Un alto cargo de Hamás acusó el 16 de octubre a Israel de incumplir el alto al fuego tras haber abatido a por lo menos 24 personas en tiroteos desde el pasado 10 de octubre, además de mencionar que se entregó una lista de dichas violaciones a los países mediadores. “El Estado ocupante trabaja día y noche para socavar el acuerdo con sus violaciones sobre el terreno”, añadió.
A pesar de que el ejército de Israel no respondió de inmediato a las acusaciones por parte de Hamás, ya habían mencionado previamente que algunos palestinos hicieron caso omiso de los avisos de no acercarse a las posiciones israelíes de alto al fuego, por lo que las tropas dispararon.
Por su parte, Israel exigió a Hamás que cumpla con su compromiso de entregar los cuerpos de los 28 rehenes fallecidos, no obstante, el grupo islamista aseguró que entregaron 10 cadáveres, pero Israel afirmó que uno de los cuerpos no era de un rehén.
La portavoz del Gobierno israelí, Shosh Bedrosian, declaró que “no transigiremos en esto y no escatimaremos esfuerzos hasta que regresen nuestros rehenes caídos”.
Además del conflicto sobre la devolución de los cadáveres retenidos por Hamás en Gaza, la nula resolución de algunos puntos del plan como el desarme de los militantes y el futuro gobierno de Gaza podrían poner en peligro la tregua.
Por lo anterior, Israel indicó que la siguiente fase del plan de 20 puntos diseñado por la administración del mandatario estadounidense, Donald Trump, exige que Hamás renuncie a sus armas y ceda el poder, sin embargo, la organización palestina ha lanzado una ofensiva de seguridad en las zonas urbanas desalojadas por el ejército israelí, ostentando su poder mediante ejecuciones públicas y enfrentamientos con clanes armados locales.