El comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), Philippe Lazzarini, señaló que “ante nuestra mirada, Gaza se ha convertido en el cementerio de niños y personas hambrientas”, pues “la inacción y el silencio son complicidades” frente al asesinato de más de 55 mil personas palestinas en manos del ejército israelí.
No se trata sólo de las aproximadamente 85 mil toneladas de explosivos que Israel ha lanzado sobre Gaza, sino las condiciones de precariedad en las que mantiene dicho país al pueblo palestino, a través de un bloqueo que les impide satisfacer las necesidades más básicas. “No hay salida. Tienen que elegir entre dos muertes: morir de hambre o ser baleados”, declaró Lazzarini.
A casi dos años de bombardeos y varios meses de bloqueo, la Organización de Naciones Unidas (ONU) reporta que el 93% de la población en Gaza padece inseguridad alimentaria nivel 3 o superior y solo entre el 3 y el 5% del agua disponible en la región es apta para el consumo humano.
En este contexto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) se pronunció el pasado 10 de julio respecto a la muerte de 15 personas palestinas, entre las que se encontraban nueve infancias y cuatro mujeres, quienes fueron asesinadas mientras hacían fila para recibir suministros nutricionales para los menores de edad.
“Eran madres que buscaban un sustento para sus hijos tras meses de hambre y desesperación”, detalló la UNICEF, que era la encargada de dicha asistencia, proporcionada a través de Proyecto Esperanza. Aunque se ha advertido sobre centros de “ayuda humanitaria” que en realidad son trampas para la población palestina, estos hechos demuestran que las y los palestinos no están seguros en ningún lugar en Gaza.
De acuerdo con Lazzarini, el número de personas asesinadas mientras intentaban acceder a alimentos en Gaza asciende a 800 y, a pesar de que la tendencia al agravamiento de la hambruna logró revertirse durante el cese al fuego entre Israel y Hamás, desde el bloqueo iniciado el pasado 2 de marzo “se envía muy poca comida seca, a medida que se extiende la desnutrición entre los niños”.
Aunque el Ministerio de Salud gazatí estima el total de víctimas mortales en más de 55 mil, la cifra real es desconocida, al punto de que la UNICEF asegura que más de 50 mil niñas y niños han muerto o resultados heridos desde octubre de 2023. “Ningún niño saldrá de los horrores de la guerra sin la huella del trauma”, destacó la organización.