Comenzó el séptimo día del juicio en contra de Genaro García Luna, ex director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) durante el sexenio de Vicente Fox y ex secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Felipe Calderón, y tocó el turno con la confesión de Óscar Nava Valencia, alias “El Lobo”, quien declaró que dio 13 millones de dólares como soborno a García Luna.
Tras una pausa de cuatro días, se retomaron los testimonios en el juicio contra García Luna y fue llamado a testificar “El Lobo”, un narcotraficante, ex líder del Cártel del Milenio y colaborador del Cártel de Sinaloa, en la facción de los Beltrán Leyva.
“El Lobo” confesó que en una ocasión él personalmente le dio diez millones de dólares a García Luna para que pudieran recuperar un cargamento decomisado en Manzanillo en 2007. Hubo una reunión en Cuernavaca, donde se reunieron el exsecretario de Seguridad Pública, y los Beltrán Leyva, en la que García Luna explicó que el decomiso ocurrió porque la DEA tenía rastreado el cargamento desde Colombia.
Según el testimonio de “El Lobo”, después de ese soborno hubo una reunión en Cuernavaca donde García Luna explicó a los Beltrán Leyva que el decomiso se debió a que la DEA había rastreado ese cargamento desde Colombia y por ello habían tenido que incautarlo. Para calmar a los narcotraficantes colombianos, cuenta “El Lobo”, García Luna le dio a los Beltrán Leyva documentos que mostraban cómo las autoridades estadounidenses habían rastreado el cargamento, y estos a su vez los enviaron a los capos colombianos.
Además de los 10 millones de dólares en soborno, "El Lobo" Valencia declaró otro pago a García Luna en 2008, que tuvo lugar en un autolavado de #Guadalajara, donde dieron 3 millones de dólares al entonces secretario de Seguridad Pública para que pudieran traficar droga a través del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
En su contrainterrogatorio, la defensa de García Luna intentó desestimar el relato de "El Lobo" al cuestionarlo de por qué antes no había mencionado a García Luna si lleva años cooperando con las autoridades estadounidenses, a lo que el capo respondió que se debe a que tenía miedo.