Un estudio realizado por la Oxfam y el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo (SEI, por sus siglas en inglés) reveló que entre los hábitos de consumo y movilidad de la población más rica generó la misma cantidad de emisiones que los 5 mil millones más pobres.
El estudio revela que, de todas las emisiones generadas, el 16 por ciento corresponde al uno por ciento de la población, la más acaudalada, más allá de lo que generan todo el transporte por carretera.
Sin embargo, el consumo personal de los superricos es poco, comparado con las emisiones generadas a través de las inversiones empresariales, estas últimas corresponden a un porcentaje de entre 50 y 70 por ciento de toda la contaminación de la que son causantes.
Para lograr disminuir los efectos del cambio climático, es necesario limitar el aumento de las temperaturas a 1.5 grados Celsius, para esto se necesita reducir un 48 por ciento las emisiones globales para 2030.
Sin embargo, los superricos en lugar de disminuir su huella ecológica, duplicaron sus emisiones entre 2000 y 2019, mientras el 99 por ciento de la población restante redujo en un 30 por ciento su huella de carbono.
En México las cifras son parecidas, el uno por ciento de la población más rica contaminó más que el 80 por ciento de los habitantes; entre 2000 y 2019 los más ricos también duplicaron sus emisiones.
El huracán Otis impactó en Guerrero “a todas las personas, pero perdieron más quienes menos tienen. Es crucial comprender que la crisis climática y la crisis de desigualdad son una sola. Necesitamos recursos para atender la emergencia”, afirmó Alexandra Haas, directora ejecutiva de Oxfam México.
Oxfam y el SEI muestran que de continuar así, las emisiones generadas por los más ricos serán 22 veces más grande que el necesario para mitigar los efectos del cambio climático.
El informe señaló que las emisiones desmedidas del uno por ciento más rico causarán 1.3 millones de muertes asociadas al calor generado por la crisis climática.