En la última Mañanera del Pueblo sobre Humanismo Mexicano y Memoria Histórica, se presentaron Julio Berdegué, Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER); Leonel Cota Montaño, Subsecretario de la SADER; y María Luisa Albores, directora de ‘Alimentación para el Bienestar’. Este gabinete presentó los puntos clave del trabajo de la agricultura en el país.
Es importante recordar que, durante su campaña, Claudia Sheinbaum hizo promesas para los primeros 100 días de su gobierno, las cuales deben cumplirse para el 9 de enero del 2025. Entre estas destaca la Ley de Aguas, que busca garantizar el derecho al agua para toda la población, siendo la agricultura responsable del uso de poco más del 70% del total del vital líquido.
Durante esa mañanera, Julio Berdegué abordó la tecnificación del riego, eje fundamental de la Soberanía Alimentaría, que en sus palabras significa “garantizar el derecho a la alimentación mediante la producción de alimentos saludables, asegurando al mismo tiempo el bienestar de los productores”.
La tecnificación del riego se realizará en colaboración con la Conagua. Sin embargo, el tema del agua no se limita a dotar a los productores de las suficientes herramientas para el riego, sino que también implica la prevención de la sequía con un enfoque sostenible y la restauración de los daños que ha causado en el campo, ya que muchos agricultores aún enfrentan las consecuencias de la última sequía.
El proyecto de soberanía alimentaria también incluye la continuación de programas de bienestar iniciados durante el gobierno de AMLO, como Sembrando Vida (en coordinación con la Secretaría del Bienestar), Producción para el bienestar (que dota a los agricultores de herramientas y facilidades para su trabajo), Fertilizantes del bienestar (con especial énfasis en las mujeres), Bienpesca (que apoya a pequeños pescadores y acuicultores) y Precios de Garantía.
Con relación al programa de Precios de Garantía, destaca la intención de reducir el precio de la tortilla hasta un 10%. Sin embargo, Homero López García, presidente del Consejo Nacional de la Tortilla, advirtió que esto es prácticamente imposible debido a factores como el precio de la electricidad, el cobro de piso y la delincuencia.
Señaló que el sector de la tortilla involucra diversas etapas, lo que provoca fluctuaciones en el precio, además de depender de una cadena de suministro que incluye maíz, antiadherentes, papel, y otros insumos.
Por lo que no descarta la posibilidad de lo contrario: un aumento en los precios, pues la inseguridad continúa. Además, especialistas financieros coinciden con que esta intención podría incluso provocar desabasto, lo que significaría un fuerte golpe para las mesas mexicanas.
Adicionalmente, y en relación con el tema del agua, la sequía afecta directamente al cultivo del maíz y, por ende, a la producción de tortillas. Esto refuerza la dificultad de reducir el precio de este alimento a pesar de los esfuerzos en toda la cadena de producción.
Por ello, es fundamental que, para asegurar la soberanía alimentaria, se preste especial atención en el abastecimiento y el acceso al agua, más allá de crear acuerdos en los distintos eslabones de la producción de alimentos, que también son fundamentales para la agricultura.