Aunque Donald Trump aseguró que postergaría la prohibición a Tik Tok, lo cierto es que sigue pausado el uso de esta red social en Estados Unidos para nuevos usuarios. Para los que ya tenían abajo la aplicación, después de unas horas, pudieron volver a conectarse.
“Las descargas para esta aplicación está pausada actualmente, según los requerimientos legales de US”, es el mensaje que aparece a quienes residen en el país vecino.
Esta red social conocida en China como Douyin, se lanzó en ese país en el 2016 y en el 2018 ya estuvo disponible en todo el mundo. Los videos cortos no tienen un plazo determinado de reproducción, se pueden ver una y otra vez, formando un bucle infinito.
Tik Tok es como una sustancia adictiva para adolescentes y jóvenes, quienes lo han convertido en su principal red social. Para los nativos digitales es pasar el rato, horas de entretenimiento on line.
Otros países como Nueva Zelanda, Bélgica, Albania, Dinamarca y Reino Unido prohibieron su descarga en dispositivos oficiales o su uso a funcionarios y parlamentarios. Lo que hay de fondo es que se niegan a dar los datos de sus connacionales al gobierno chino, aunque la empresa que tiene la propiedad ha negado que comparta la información.
Según Tik Tok los datos de sus usuarios se “almacenan en centros de datos protegidos en los Estados Unidos, Malasia y Singapur”, y según tienen planeado establecer otro en Irlanda. Y dentro de las medidas que señalan se encuentra la encriptación de la información “tanto si son datos en tránsito como en reposo”.
Dentro de los datos que recaban, además de los obvios como número de teléfono y/o correo electrónico, fecha de nacimiento, dirección física y número de cuenta bancaria (estos dos últimos para creadores y quienes entran a las recompensas), se encuentran: información de tu ubicación, el historial de navegación en la red, tus “me gusta” (con lo que pueden advertir comportamientos y preferencias) y los datos del dispositivo que usas.
Otras redes sociales pueden captar casi la misma información o similar, y si bien es cierto que existen algunos “controles” para no permitir el rastreo, entre otros, la realidad es que son limitados. Normalmente debes dar aceptar y comprometer tu privacidad e información personal si quieres seguir esta tendencia.
Según Jonathan Haidt, autor del libro “La generación ansiosa”, donde relaciona el uso de las redes sociales con el incremento de enfermedades mentales entre la niñez y juventud, Tik Tok “implica una reconfiguración de la función cerebral en los jóvenes”.
En el caso de México, como se ha expuesto en diferentes espacios, no hay regulación de las redes sociales ni de Internet. Y si bien existe regulación para el buen uso de los datos personales por parte de instituciones públicas y particulares, no consideran estas grandes plataformas internacionales ni su utilización en Internet.