Autoridades locales informaron la muerte de al menos 13 personas y la desaparición de 20 en Texas, Estados Unidos, tras menos de tres horas de lluvias torrenciales que elevaron el caudal del río Guadalupe, en el condado de Kerr, de dos a casi nueve metros de altura.
El gobernador de Texas, Greg Abott, aseguró que “la prioridad inmediata es salvar vidas”, por lo que su Gobierno “está desplegando todos los recursos disponibles para responder a las devastadoras inundaciones”, incluyendo equipos de rescate acuático y aéreo, centros de refugio, la Guardia Nacional y el Departamento de Seguridad Pública de Texas.
Respecto a la rapidez con la que escaló el fenómeno, el juez Rob Kelly, del condado de Kerr, reconoció que la falta de un sistema de advertencia impidió contener a tiempo la situación. “Tengan la seguridad de que nadie sabía que se avecinaba este tipo de inundación”, señaló Kelly.