El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este lunes una acusación formal contra dos empresarios mexicanos residentes en Texas, señalados de participar en un esquema de sobornos para obtener contratos millonarios con Petróleos Mexicanos (PEMEX) y su subsidiaria PEMEX Exploración y Producción (PEP). De acuerdo con documentos judiciales, Ramón Alexandro Rovirosa Martínez, de 46 años, residente en The Woodlands, y Mario Alberto Ávila Lizárraga, de 61 años, residente en Spring, habrían pagado y ofrecido al menos 150 mil dólares en sobornos —incluyendo artículos de lujo como bolsos Louis Vuitton, relojes Hublot, efectivo y otros bienes valiosos— a por lo menos tres funcionarios de PEMEX y PEP entre 2019 y 2021.
Cabe recordar que en 2015 Mario Ávila Lizarraga, director de la Unidad de Responsabilidades de Pemex, entre 2010 y 2012 y excandidato del Partido Acción Nacional a la gubernatura de Campeche, fue inhabilitado por la Secretaría de la Función Pública tras hallar diversas irregularidades en sus funciones, como la firma de 12 contratos con Oceanografía y usar aviones de la petrolera con fines personales.
Las autoridades estadounidenses afirman que estas dádivas tenían como fin manipular licitaciones y asegurar negocios para empresas vinculadas con Rovirosa, lo que habría derivado en contratos por 2.5 millones de dólares. Además, se señala que Rovirosa tendría presuntos vínculos con integrantes de cárteles mexicanos.
“Esta acusación formal debe transmitir un mensaje claro: la División Penal no tolerará a quienes enriquezcan a funcionarios corruptos para beneficio personal y en detrimento del mercado justo”, declaró Matthew R. Galeotti, fiscal general adjunto interino de la División Penal del Departamento de Justicia.
Rovirosa y Ávila enfrentan un cargo de conspiración para violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA) y tres cargos por violaciones sustanciales de esa misma ley. Cada imputación conlleva una pena máxima de cinco años de prisión.
Tras su arresto, Rovirosa compareció este lunes ante un juez federal; Ávila continúa prófugo. El caso es investigado por el FBI y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (HSI), con apoyo de la Oficina del Inspector General de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos.
El Departamento de Justicia recordó que una acusación formal no implica culpabilidad y que los acusados se presumen inocentes hasta que un tribunal determine lo contrario.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum destacó, durante la Mañanera del Pueblo del 12 de agosto, que Ávila Lizárraga fue ex funcionario de Pemex y se le acusó de corrupción también contra la paraestatal.