El empresario Patrick Parker Walsh fue sentenciado a más de cinco años de cárcel por robar casi ocho millones de dólares de fondos federales que tenían por objetivo ser ayuda financiera en la pandemia de Covid-19.
Walsh de 42 años, declaró ser culpable de fraude electrónico y lavado de dinero; el empresario presentó 16 solicitudes fraudulentas a instituciones financieras aseguradas por el gobierno federal para préstamos a nombre de sus empresas. Estas solicitudes presentaban datos incongruentes en la cantidad de empleados enumerados en múltiples solicitudes que era mayor que la que figuraba anteriormente en los registros fiscales del empleador.
Debido a las solicitudes fraudulentas de préstamos, Walsh recibió un total de 4 millones 996 mil 167 dólares. Además, entre marzo de 2020 y julio de 2020, presentó un total de 18 solicitudes para préstamos por desastre por daños económicos en su propio nombre y en nombre de su esposa. Las solicitudes falsas de Walsh fueron aprobadas y se le desembolsó un total de 2 millones 822 mil dólares. Además, participó en múltiples transacciones monetarias que involucran al menos 10 mil dólares de préstamos obtenidos de manera fraudulenta o ingresos que obtuvo a través de su plan de fraude electrónico.
Sin embargo, el caso de Walsh no es el único, hasta el momento el gobierno estadounidense ha revisado miles de casos de fraude en el periodo de pandemia; el gobierno intentó hacer llegar la ayuda en efectivo a las personas y empresas en dificultades con mínimos requisitos, por ese motivo se eliminaron las medidas de seguridad y bastaba con mentir en la solicitud para poder robar el dinero.
Hasta el momento se tiene el conocimiento de que al menos 3 mil 200 personas han sido acusadas de fraude de ayuda por Covid-19 y se han incautado alrededor de 400 millones de dólares en ayuda pandémica robada.