
El economista Paul Krugman (1953), ganador del Premio Nobel de Economía en 2008, criticó el swap por 20 mil millones de dólares que el gobierno del presidente argentino Javier Milei y su ministro Luis Caputo negocian con el secretario del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent.
En su columna publicada el 9 de octubre en Substack, Krugman sostiene que el acuerdo no busca ayudar a Argentina, sino rescatar las apuestas fallidas de los “hedge funds” (fondos de cobertura) de socios cercanos a Bessent.
El laureado economista cuestiona la supuesta “ayuda humanitaria y financiera” de la administración de Donald Trump, señalando que, mientras ha reducido fondos de cooperación como los de USAID, ahora impulsa un rescate multimillonario para un gobierno que, según Krugman, no tiene valor estratégico para Estados Unidos y arrastra décadas de corrupción, inestabilidad política, mala gestión fiscal y crisis financieras.
Krugman recuerda que Argentina ha incumplido su deuda soberana nueve veces, tres de ellas desde 2001, año crítico de inestabilidad económica y política. En su análisis, afirma:
“No se trata de un plan de buenas intenciones, sino de ideología y lealtad a Trump, no de los intereses de Estados Unidos.”
El economista advierte que ni siquiera 20 mil millones de dólares en préstamos estadounidenses podrían salvar la fallida estrategia económica de Milei, basada en la llamada “estabilización cambiaria”: apuntalar el peso para contener la inflación. Como recordó Maurice Obstfeld, ex economista jefe del FMI, “América Latina es un museo de intentos fallidos de estabilización cambiaria”.
Desde 2024, Milei ha impulsado un agresivo programa de recortes al gasto público, autodenominado como su política de “la motosierra”, mientras fortalece su vínculo con Donald Trump y Elon Musk, figuras que respaldan su agenda libertaria y su discurso de confrontación.
“Esta es simplemente otra forma de endeudarse con el futuro, lo que reduce la probabilidad de que las apuestas de los fondos de cobertura en activos argentinos rindan frutos”.
Desde 2025, tras las derrotas de La Libertad Avanza en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, que concentra más del 40% de la población del país, el apoyo de los inversionistas comenzó a diluirse y la especulación creció.
Paul Krugman critica que la ayuda económica de Estados Unidos a Argentina, bajo el gobierno de Milei, podría terminar beneficiando más a los fondos de inversión que al propio país.
Explica que cuando organismos como el FMI o el Tesoro de EE. UU. prestan dinero, ese capital no se queda en Argentina: sale rápidamente, ya que los grandes inversores aprovechan el refuerzo al peso para vender sus activos a buen precio y luego retirar su dinero, dejando al país con más deuda y sin beneficios reales.

Además, menciona que el empresario y actual secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, cercano a Milei, habría sido persuadido por su amigo Rob Citrone, otro magnate de fondos, para apoyar financieramente a Argentina justo antes de que él mismo comprara activos argentinos. En otras palabras, el préstamo serviría más para que esos inversionistas obtengan ganancias rápidas y se retiren a tiempo, mientras Argentina vuelve a quedar atrapada en el ciclo de crisis y endeudamiento.
El Swap de septiembre
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, comentó que el 22 de septiembre él y el presidente Trump hablaron extensamente con el presidente Milei y su equipo de alto nivel en Nueva York. Como declaró Trump, “estamos listos para hacer lo necesario para apoyar a Argentina y al pueblo argentino”.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció una línea de financiamiento temporal (swap line) con el Banco Central de la República Argentina por 20 mil millones de dólares. Una "swap line" es formalmente un intercambio de monedas entre bancos centrales, pero en el caso de Estados Unidos a Argentina, funciona como una línea de financiamiento en dólares provisional y de rápido acceso, diseñada para evitar la caída del peso.