Aprueba COP30 documento sin referencia a combustibles fósiles pese a presiones internacionales

Los países reunidos en la cumbre climática de la ONU (COP30), celebrada en Belém, Brasil, aprobaron este sábado 22 de noviembre un documento final consensuado que omite cualquier referencia explícita a los combustibles fósiles, aunque insta a elevar la ambición de las acciones para enfrentar el calentamiento global.

Durante la sesión plenaria de clausura, el presidente de la conferencia, André Corrêa do Lago, reconoció que varias delegaciones “tenían mayores ambiciones” y aseguró que sus preocupaciones serán atendidas a lo largo del próximo año. Pese a la insistencia de la Unión Europea (UE) y de países como Colombia, Francia y España para incluir un compromiso sobre abandonar los hidrocarburos, el texto principal presentado por la presidencia brasileña no incorpora dicha mención.

La ausencia de un señalamiento directo a los hidrocarburos, tema bloqueado por la negativa de los países árabes, contrastó con los avances logrados en la COP28 de Dubái, donde por primera vez se habló de una “transición” para dejar atrás los combustibles fósiles.

Como respuesta a esta omisión, Corrêa do Lago anunció la elaboración de una “hoja de ruta” para la transición energética, así como otra destinada a revertir la deforestación, con el objetivo de avanzar en temas que quedaron fuera del documento final.

“Sabemos que muchos de ustedes tienen grandes ambiciones sobre los temas que tenemos sobre la mesa, sabemos que la juventud y la sociedad civil nos demandará que hagamos más para combatir el cambio climático. Quiero reafirmar que intentaré no decepcionarlos durante mi presidencia”, expresó.

En materia de financiamiento climático, el acuerdo mantiene lo establecido en la COP29 de Bakú, que “urge” a los países desarrollados a mantenerse en el objetivo de aportar 300,000 millones de dólares anuales para apoyar a las naciones emergentes.

El texto también reconoce que el cambio climático “es una preocupación común de la humanidad” y reafirma el compromiso de los Estados con el Acuerdo de París, incluida la meta de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C.

Además, el pleno de la COP30 aprobó un segundo documento que contiene la lista definitiva de indicadores para evaluar los avances en las acciones de adaptación frente al cambio climático, un mecanismo considerado clave para medir el cumplimiento de los compromisos asumidos.

Varios países latinoamericanos, entre ellos Argentina, Colombia, Ecuador, Panamá, Uruguay y Paraguay, objetaron la toma de decisiones en la plenaria de clausura de la cumbre climática COP30 y llevaron a la suspensión de la sesión.

Los delegados se quejaron principalmente por el hecho de que la presidencia brasileña no les cedió la palabra antes de decretar la aprobación de los acuerdos alcanzados en la cumbre de Belém.

La objeción llevó al presidente de la COP30, André Corrêa do Lago, a suspender la sesión para consultar a las partes.

Momentos después, El presidente de Colombia, Gustavo Petro, rechazó el documento aprobado al considerar que "si no se dice eso, todo lo demás es hipocresía". 

"No acepto que en la declaración de la COP30 no se diga con claridad, como dice la ciencia, que la causa de la crisis climática son los combustibles fósiles que usa el capital. Si no se dice eso, todo lo demás es hipocresía. Solo es posible la vida en el planeta, incluida la nuestra, si nos separamos del petróleo, el carbón y el gas natural, como fuente de energía; lo ha determinado la ciencia, y yo no me ciego a la ciencia. Colombia se opone a una declaración de la COP 30 que no diga la verdad científica al mundo", escribió en sus redes sociales.