En el estado de Alabama, Estados Unidos, fue ejecutado un preso convicto con gas nitrógeno, este 25 de enero. Esta es la primera vez que se utiliza este método desde que se introdujo la inyección letal, la cual es usada en el 88.5% de las penas de muerte en este país desde 1977.
Las autoridades dijeron que Kenneth Eugene Smith, de 58 años, fue declarado muerto a las 8:25 pm en el Centro Correccional Holman en Atmore después de respirar gas nitrógeno puro a través de una máscara facial para provocar falta de oxígeno.
"Esta noche Alabama hace que la humanidad dé un paso atrás", dijo Smith, según testigos. "Gracias por apoyarme. Los amo a todos".
Smith fue condenado en 1989 por el asesinato en 1988 de Elizabeth Sennett, y fue en 2022 cuando el estado de Alabama intentó, sin éxito, ejecutar a Smith mediante inyección letal, sin embargo, se canceló en el último minuto porque las autoridades no pudieron conectar una vía intravenosa.
La “hipoxia de nitrógeno”, es un método polémico y cuestionado pues implica respirar nitrógeno provocando que las células del cuerpo se descompongan, lo que ocasiona una muerte casi inmediata. Así falleció Kenneth.
Este método fue empleado por primera vez en EEUU después de que un tribunal federal de apelaciones no se mostró convencido el miércoles 24 de enero de que viola la prohibición constitucional a castigos crueles e inusuales contra reos.
No obstante, el estado de Alabama lleva años trabajando en un protocolo para matar con esta nueva técnica de asfixia, pues ha defendido ante los tribunales que se trata “del método de ejecución más indoloro y humano conocido por el hombre”.
Organismos de Derechos Humanos como Amnistía Internacional apuntan que la pena de muerte “viola el derecho más fundamental, el derecho a la vida. Es la forma más extrema de pena cruel, inhumana y degradante, pues se usa con frecuencia contra las personas más vulnerables de la sociedad, incluidas las minorías étnicas y religiosas, los pobres, y las personas con discapacidad psíquica".