La presidenta electa Claudia Sheinbaum ha nombrado a Citlalli Hernández como titular de la recién creada Secretaría de las Mujeres del gobierno federal, que anteriormente se conocía como el Instituto Nacional de las Mujeres. Citlalli, una joven apasionada, militante del movimiento feminista y comprometida con las causas sociales y el ideario obradorista, encabezará por primera vez esta nueva Secretaría con la misión de fortalecer y transformar las políticas para eliminar la desigualdad y discriminación de género. Con su trayectoria y liderazgo, Citlali Hernández enfrentará el reto de convertir esta nueva estructura en un motor efectivo para la promoción de los derechos de las mujeres de todo México.
La designación de Citlalli para esta función clave, destaca el valor de contar con una voz feminista activa en el corazón del gobierno. En este contexto de transición del instituto a la secretaría, es pertinente preguntarse cuáles serán las contiendas y esfuerzos que se enfrentarán en términos de operatividad y eficiencia. ¿Cómo logrará Citlalli convertir esta nueva estructura en una fuerza transformadora que verdaderamente atienda y amplifique las voces y necesidades de todas las mujeres y niñas en nuestro país?
Para empezar, convertir el Instituto Nacional de las Mujeres en una Secretaría de las Mujeres puede tener un impacto significativo y positivo en la lucha contra la violencia de género. Esto no solo implica una actualización administrativa, sino que también conlleva una serie de beneficios que podrían mejorar la manera en que se abordan y gestionan las problemáticas relacionadas con la violencia de género.
En un primer momento, esta modificación permitirá dar una mayor visibilidad y prioridad a los temas de género en las agendas y proyectos de gobierno. Una secretaría tendría mayor fuerza para resaltar la gravedad y el impacto de las desigualdades que atraviesan las vidas de las mujeres y niñas, incluyendo las violencias feminicidas. Esto es significativo, ya que se puede desarrollar mayor influencia en la coordinación con gobiernos locales, organizaciones de la sociedad civil, movimientos sociales y grupos o colectivas feministas y antipatriarcales, para que se involucren en la atención y solución de las violencias contra las mujeres y en la defensa de los derechos humanos.
En términos presupuestales y acceso a recursos, una secretaría podría ofrecer un amplio margen para la implementación de políticas públicas, programas y acciones destinados a la prevención, atención y erradicación de la violencia de género y la protección de los derechos de las mujeres. El alcance de estos esfuerzos debe ser necesariamente nacional, con enfoque especial en las particularidades en las regiones más abandonadas y marginadas, en donde se potencializan los riesgos para las mujeres. Las acciones deben llegar a comunidades en donde las violencias pueden estar exacerbadas por factores como la discriminación institucionalizada, las barreras culturales y la falta de acceso a servicios públicos como la educación, salud pública, agua potable y saneamiento, transporte, seguridad ciudadana, vivienda, infraestructura, servicios sociales, acceso a la justicia.
Como una parte de los proyectos de izquierda la justicia social debe ser trascendental en todas las líneas de acción y en todas sus instituciones, por lo tanto, desde esta nueva secretaría se debe garantizar que los recursos se distribuyan equitativa y eficazmente. Sumado a esto, se debe incluir el fomento a la creación de redes de apoyo locales, y el reforzamiento del sentido de comunidad. Esto con el objetivo de proporcionar entornos seguros y solidarios, y contribuir a crear entornos en donde todas y todos se conviertan en promotoras de las vidas libres de violencia.
Sin duda, el reto que tiene la compañera Citlalli es mayúsculo, pero con la construcción de un proyecto coherente, técnico, ideológico y político se puede avanzar en este largo camino para lograr la igualdad política, económica y social de las mujeres y niñas mexicanas. De igual manera, Citla debe acompañarse de un equipo de mujeres aliadas expertas y comprometidas para permitir que todas puedan caminar libres, seguras y sin miedo.