Por primera vez en la historia reciente de Francia, un expresidente fue encarcelado. Nicolás Sarkozy, quien gobernó entre 2007 y 2012, ingresó este 21 de octubre a la prisión de La Santé, en París, para cumplir una condena de cinco años por asociación ilícita y financiamiento ilegal de campaña.
El exmandatario, de 70 años, fue hallado culpable de haber recibido fondos del régimen libio de Muamar Gadafi para financiar su campaña presidencial de 2007. Este caso el el primero en el que un expresidente francés ingresa a prisión desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Sarkozy ya había sido condenado en 2021 acusado de corrupción y tráfico de influencias, motivo por el cual portó una tobillera electrónica y cumplió parte de su pena en arresto domiciliario. Sin embargo, en esta ocasión tendrá que cumplir su condena en prisión.
El exmandatario expresó que “se encarcela a un hombre inocente”, a través de un comunicado difundido en redes sociales antes de su traslado al centro penitenciario, donde permanecerá en confinamiento solitario por razones de seguridad.
El proceso judicial contra Sarkozy se remonta a 2018, cuando la justicia francesa abrió una investigación sobre la supuesta entrega de millones de euros procedentes del gobierno libio. Las pruebas incluyen testimonios y transferencias vinculadas a altos funcionarios de ambos países.
Pese a la gravedad del caso, decenas de personas lo despidieron entre aplausos a las puertas de su residencia, acompañado por su esposa, Carla Bruni.