Martín Vizcarra Cornejo, expresidente de Perú (2018-2020), ingresó este 14 de agosto a la cárcel de Barbadillo, en Lima, para cumplir cinco meses de prisión preventiva por las acusaciones de corrupción en su contra. De acuerdo con la Fiscalía de dicho país, Vizcarra recibió sobornos por un total de 2.3 millones de soles, equivalentes a cerca de 621 mil dólares.
Dichos sobornos habrían sido recibidos a cambio de otorgar concesiones a empresas privadas para la ejecución de dos obras públicas, durante su gestión como gobernador regional en Moquegua (2011-2014): el proyecto de irrigación Lomas de Ilo y la ampliación del Hospital de Moquegua. En respuesta, el expresidente ha negado las acusaciones, argumentando que está siendo víctima de “persecución política”.
Por otra parte, los argumentos del juez Jorge Chávez Tamariz para dictar prevención preventiva contra el Vizcarra fueron que existe “peligro procesal” y “peligro de fuga”, ya que carece de “arraigo laboral y familiar”, pues su esposa y su hijo menor residen en otra ciudad. Asimismo, cuestionó la validez de al menos uno de los cuatro contratos de trabajo presentados por el acusado.
La prisión a la que fue enviado Vizcarra es la misma en la que se encuentran recluidos los exmandatarios peruanos Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Castillo. En ese sentido, Vizcarra es el sexto expresidente de Perú procesado por corrupción en las últimas dos décadas.
Toledo y Humala fueron vinculados al caso Odebrecht, al igual que el exmandatario Alan García, quien se suicidó en 2019, antes de enfrentar cargos. En tanto, Alberto Fujimori cumple condena por violaciones a derechos humanos y corrupción, mientras que Pedro Pablo Kuczynski permanece en arresto domiciliario por lavado de activos.