Reafirma México en la OEA compromiso con la figura de asilo diplomático y rechaza revisión de la Convención de Caracas

La representante permanente de México ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luz Elena Baños Rivas, reiteró que la figura del asilo diplomático es un pilar histórico de protección a la dignidad humana en la región y destacó que en el caso de nuestro país “hemos estado siempre a la vanguardia en el ejercicio de este derecho que está arraigado en nuestra profunda vocación humanista”.

Durante su intervención en sesión extraordinaria del Consejo Permanente este 3 de diciembre, Baños Rivas advirtió que la OEA no es el foro competente para revisar, reinterpretar o modificar la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954, conocida como la Convención de Caracas, solicitada por el Gobierno de Perú. Además, cuestionó si la reunión obedecía a un interés jurídico hemisférico o a un intento de resolver un caso particular en disputa entre dos Estados miembros por el caso de otorgamiento de asilo político de México a la exprimera ministra peruana Betssy Chávez.

La embajadora expuso tres consideraciones fundamentales:

1. No se puede revisar, reinterpretar ni modificar un instrumento internacional sin la presencia y el consentimiento de todos los Estados parte; como tampoco lo pueden hacer Estados que no son parte de este. Agregó que dicha acción atenta contra la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados. "Mientras que en este espacio se le da voz a quienes son ajenos al tratado, impide que quienes sí tienen este derecho se pronuncien al respecto", sentenció.  “Simple y sencillamente es inviable, en términos jurídicos, pretender iniciar aquí un proceso de ajuste o revisión de un tratado que sigue plenamente vigente, y cuyo contenido resulta igual de aplicable y relevante que cuando se negoció”, afirmó.
2. La convocatoria a la sesión extraordinaria para “revisar” reglas ocurrió después de que México otorgó asilo y solicitó salvoconducto (el cual aún sigue pendiente), lo cual es contrario al principio de irretroactividad, reiterando que “el Derecho Internacional no puede revisarse ni ajustarse cada vez que un Estado no está de acuerdo con su aplicación en un caso específico [...] La vigencia del derecho no puede invocarse cuando las circunstancias son favorables y cuestionarse cuando son adversas”.
3. Las normas de asilo no son formalidades y su incumplimiento puede conllevar violaciones graves a derechos humanos. “La OEA es un foro político, sí, pero es también un espacio donde debemos enaltecer y honrar la legalidad internacional a través de nuestras acciones. Por ello, México exige que se respete el derecho internacional”. Añadió que flexibilizar o aplicar selectivamente estas normas debilita la arquitectura que rige las relaciones entre Estados en la región.

La representante mexicana hizo un llamado a que la OEA honre la legalidad internacional y reafirmó la exigencia de México para que se respete el derecho internacional, al tiempo que reiteró la disposición de México al diálogo con los Estados miembros, siempre en estricto apego a los principios y normas vigentes.

“La historia juzga no sólo lo que decimos y hacemos, sino los motivos detrás de nuestras acciones. Este es uno de esos momentos decisivos para nuestra Organización, en los que está en juego el fortalecimiento del estado de derecho internacional, y debemos demostrar que estamos a la altura de las circunstancias”, afirmó.

Cabe señalar que el canciller Hugo de Zela presentó en la sede de la OEA la postura de su Gobierno respecto al caso de Chávez, argumentando que existe una distorsión del propósito original de la Convención de Caracas. Sostuvo que el asilo fue creado para proteger a perseguidos políticos y que no debe emplearse para blindar a personas con sentencias o investigaciones por delitos comunes.