Kilmar Abrego García, el ciudadano salvadoreño que la administración Trump repatrió por error en marzo, regresó a Estados Unidos para enfrentar cargos por transporte ilícito de migrantes, de acuerdo con la fiscal general de dicho país, Pam Bondi.
Bondi detalló que un jurado del Distrito Medio de Tennesse emitió, el pasado 21 de mayo, una acusación formal contra Abrego García por una realizar una “conspiración de tráfico de extranjeros”. Asimismo, la funcionaria puntualizó que dicho jurado determinó que Abrego habría realizado “más de 100 viajes para contrabandear personas en todo el país” durante los últimos 9 años, incluyendo “miembros de la MS-13 [Mara Salvatrucha]”, mujeres y menores de edad.
De acuerdo con Bondi, el jurado también encontró una presunta relación de Abrego con la “red de contrabando” involucrada en la muerte de más de 50 migrantes en 2021, tras la volcadura de un camión en Chiapas, México, en donde viajaban al menos 160 personas. Además, el gobierno estadounidense acusa a Abrego de presuntamente haber abusado de mujeres a las que transportaba, así como de un supuesto tráfico de armas y drogas.
¿Quién es Abrego García y por qué desató protestas contra las políticas migratorias de Trump?
Abrego García, de 29 años, llegó a EE.UU. en 2011 huyendo de pandillas, por lo que logró un estatus de protección contra la deportación. Casado con una ciudadana estadounidense y padre de un niño con autismo, fue arrestado en marzo de 2025 por el ICE, tras recoger a su hijo en Baltimore. ICE admitió conocer su estatus protegido, pero justificó su deportación como un error.
Las acusaciones de pertenencia a la MS-13 se basan en un arresto en 2019 en Maryland. La supuesta evidencia incluía una gorra y sudadera de los Chicago Bulls, así como la declaración de un “informante” que lo situaba en una pandilla de Nueva York, aunque nunca ha residido allí. No había sido acusado ni condenado por ningún delito.
Tras su detención, la Corte Suprema de EE.UU. ordenó a la administración Trump facilitar su regreso, pero Departamento de Justicia se negó, causando críticas entre jueces federales y defensores de derechos humanos. La consigna “Bring Kilmar home” (“Traigan a Kilmar a casa”), tomó un nuevo revés: Kilmar regresó, pero las acusaciones en su contra son más fuertes que nunca.