El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que se reunirá el próximo 15 de agosto con el presidente ruso, Vladimir Putin, en Alaska. El objetivo principal del encuentro será negociar un acuerdo de paz que ponga fin a la invasión rusa de Ucrania.
Este será el primer encuentro cara a cara entre ambos líderes desde 2021 y marcará el regreso de un cónclave bilateral celebrado en territorio estadounidense por primera vez desde la Cumbre de la Isla Governors en 1988.
Trump ha planteado la posibilidad de que el acuerdo incluya un intercambio territorial como parte de una estrategia para poner fin a las hostilidades. Sin embargo, la propuesta ya ha generado inquietud entre líderes europeos y ucranianos, quienes temen que Ucrania pueda quedar en desventaja si no participa directamente en las negociaciones.
Hasta ahora, el Kremlin ha confirmado la cumbre y anticipa que los debates puedan conducir a una solución duradera para el conflicto, que ya supera los tres años. Asimismo, funcionarios rusos han revelado que Putin sostuvo conversaciones con líderes de China, India y varios países postsoviéticos para informarles sobre los avances en torno a esta reunión.
Con este movimiento, la administración Trump busca proyectar un enfoque diplomático activo, aunque ya enfrenta críticas por priorizar medios poco convencionales y excluir a actores clave como Ucrania y Europa de la mesa de diálogo.