La activista climática Greta Thunberg y otros 11 activistas internacionales zarparon este pasado 1 de junio desde el puerto siciliano de Catania, Italia a bordo del velero Madleen, con destino a Gaza, en una misión para romper el bloqueo impuesto por Israel y entregar ayuda humanitaria al territorio palestino, devastado por casi 19 meses de guerra.
La expedición, organizada por la Coalición Flotilla de la Libertad, busca denunciar la crisis humanitaria en Gaza y visibilizar la situación ante la comunidad internacional. En una conferencia de prensa previa a la salida, Thunberg rompió en llanto al señalar que “por muy peligrosa que sea esta misión, no es ni de lejos tan peligrosa como el silencio del mundo entero ante el genocidio transmitido en directo”.
El Madleen, un pequeño velero, transporta alimentos básicos como arroz, leche, jugos, conservas y barras de proteína, recolectados por habitantes de Catania. La tripulación, integrada por una docena de personas, espera llegar a las costas de Gaza en siete días, salvo que sean interceptados.
El intento ocurre semanas después de que otro barco del grupo, el Conscience, resultara dañado por un ataque con drones en aguas internacionales frente a Malta. Los organizadores culparon a Israel por el incidente.
El gobierno israelí sostiene que el bloqueo a Gaza tiene como fin presionar a Hamas para la liberación de los rehenes tomados durante el ataque del 7 de octubre de 2023, cuando militantes del grupo mataron a más de mil personas y secuestraron a 251. En respuesta, Israel lanzó una ofensiva militar que ha causado la muerte de más de 52 mil palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza.
El activista Thiago Ávila, también a bordo del Madleen, explicó que la misión marítima forma parte de una estrategia más amplia que incluye movilizaciones terrestres, como la Marcha Global a Gaza, programada para junio, que buscará llegar al cruce de Rafah desde Egipto con participación de médicos, abogados y medios de comunicación.