Recientemente se han dado casos de lepra entre la población estadounidense que no ha viajado ni estado en contacto con animales que contagian la enfermedad, activando las alertas de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos.
En su última investigación publicada en agosto, los CDCs concluyeron que la enfermedad se ha vuelto endémica en la región sudeste de los Estados Unidos, principalmente en la zona centro del estado de Florida donde se ha registrado una quinta parte de los casos nuevos, que ascendieron a 159.
La lepra, lejos de desaparecer, es una enfermedad que está presente en 120 países y que origina más de 200 mil nuevos casos a nivel mundial cada año. La región más afectada es el sudeste de Asia, pero el país que ha sido mayormente afectado históricamente por esta enfermedad es India.
El problema es tan grave que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció una estrategia de acción a la que denominó “Hacia la lepra cero”, la cual consiste en la erradicación de nuevos casos de lepra y tiene como objetivo cumplirse para el 2030, para lo cual la misma organización ofrece tratamiento gratuito desde hace casi 3 décadas.
La lepra, también conocida como la enfermedad de San Lázaro en la Europa medieval o la enfermedad de Hansen, es un infección crónica causada por el bacilo Mycobacterium leprae y tarda en desarrollarse entre 6 meses y 25 años.
Esta enfermedad se contagia de persona a persona cuando las gotículas que son expulsadas por la nariz y boca de una persona infectada son respiradas por una persona sana. Aún no se determina completamente cómo funciona el proceso de contagio pero, según los mismos estudios, es necesario un contacto prolongado para que se pueda dar el contagio.
La lepra se diagnostica por medio de pruebas serológicas, biopsia cutánea y la observación, ya que sus síntomas iniciales incluyen manchas claras, oscuras o nódulos en la piel seguido pérdida de sensibilidad en la zona afectada. Otros síntomas incluyen debilidad muscular y hormigueo en las manos y pies.
Si no es tratada a tiempo, la lepra puede provocar secuelas permanentes que incluyen deformidades, mutilaciones, reducción de movilidad y ceguera debido a que esta enfermedad afecta principalmente a la piel, los nervios, la mucosa de las vías respiratorias y los ojos.
La lepra está presente en 24 países de Latinoamérica, principalmente en Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Paraguay, República Dominicana, Venezuela y Brasil, siendo éste último donde se concentra el 94% de los casos de la región.
La Secretaría de Salud (SSa) de México informó que, de acuerdo al boletín de la semana epidemiológica que va del 16 al 22 de julio, se registraron 300 contagiados en tratamiento en 28 estados del país, de los cuales se catalogaron como de “alta presencia”: Jalisco, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Sinaloa y Yucatán.