La tasa de suicidio de adolescentes entre 15 a 19 años aumentó de 6.9 a 7.7 por cada 100 mil habitantes entre el 2016 y el 2022; en niños de 10 a 14 aumentó de 2.0 a 2.2, y en todo el país aumentó de 5.3 a 6.3 por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
De acuerdo al INEGI, en 2020 hubo 7 mil 896 suicidios en el país, de los cuales mil 260 eran adolescentes entre 10 a 19 años. Esta cifra reflejó un aumento total de suicidios en la población de 700 casos más que en 2019 y mil casos más que en 2018.
En los últimos 20 años, la cifra de suicidios en el país ha aumentado en 435%, siendo los jóvenes entre 15 y 25 años el principal grupo que se quita la vida.
En el 2022 la tasa de suicidios en hombres fue de 10.5 por cada 100 mil habitantes. Por otra parte, la tasa de suicidios en mujeres es de 2.3 por cada 100 mil habitantes.
De acuerdo a la Organización Mundial de la salud, a nivel mundial se cometen aproximadamente 800 mil suicidios, de los cuales 100 mil se realizan en América, lo que significa que, en promedio, cada 40 segundos se comete un suicidio.
Actualmente es la cuarta causa de muerte en el mundo, sin embargo se pronostica que para el 2029 ascienda a la segunda causa de muerte en jóvenes a nivel mundial.
En el 50% de los intentos de suicidio se presentaron trastornos psicóticos derivados de situaciones personales como ruptura de pareja, muerte de un ser querido, pérdida del empleo o enfermedad terminal.
Algunos de los síntomas que suelen presentar las personas que realizaron intentos de suicidio son trastorno de sueño, pérdida de apetito, disminución de la libido, depresión, crisis de ansiedad, sentimiento de culpa y alteraciones de estado de consciencia.
La directora de Gestión de Servicios Psiquiátricos de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (COSAMAS) de la Secretaría de Salud (SSA), Lorena López, atribuyó este aumento de suicidios a una falta de adaptación a la normalidad por parte de los jóvenes después de la pandemia.
“Se habituaron a trabajar en teletrabajo, pero regresaron a la escuela y la demanda de actividades día a día fue mucha. La relación con los pares empezó a costar muchísimo trabajo. De pronto sus amigos ya no eran sus amigos, su novio o novia dejó de serlo, e incluso cambiar a un nuevo nivel educativo donde no conocían a nadie fue durísimo y les costó mucho trabajo”, declaró la directora López en entrevista para el periódico “La Jornada”.
Otro de los factores que propiciaron este fenómeno en adolescentes fue la muerte de alguno de los padres durante la crisis sanitaria del Covid-19, provocando inestabilidad en su cotidianidad, migración de vivienda, cambio de escuela y falta de apoyo emocional.
Como medida para combatir el suicidio en adolescentes, la directora López hizo un llamado a los tutores estar al pendiente de cambios de humor y de conducta repentinos como tristeza, irritabilidad, enojo o ira persistentes.
Asimismo, recomendó acudir por ayuda a uno de los 344 Centros Comunitarios de la COSAMAS que se encuentran en toda la República mexicana, o llamar a la Línea de la Vida: 800-911-2000, la cual opera las 24 horas para orientar a la población en estas situaciones.