En México, entre 2015 y 2023, la Tasa Específica de Fecundidad de Adolescentes (TEFA) disminuyó un 16.7%, pasando de 72.4 a 60.3 nacimientos por cada mil adolescentes entre los 15 a los 19 años de edad.
Las tasas abe más bajas se registraron en la Ciudad de México (47.1), Baja California (50.6) y Yucatán (51.2), de acuerdo con datos de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enapea) 2021 – 2024.
Además, durante el año 2022, aproximadamente el 45.1 por ciento de las interrupciones voluntarias del embarazo (IVE) correspondieron a niñas y adolescentes menores de 20 años, lo que marca una disminución del 55.6% en comparación con 2019. Estas cifras representan la proporción del total de IVE en mujeres de todas las edades atendidas en unidades médicas de la Secretaría de Salud.
Estos datos se dan a conocer en el marco del Día Mundial de Prevención del Embarazo en Adolescentes, con ello la Enapea reafirma su compromiso de implementar medidas integrales y coordinadas, junto con mecanismos de atención interinstitucionales destinados a reducir los embarazos en la segunda década de vida.
Cabe señalar que, a pesar de estos avances, las brechas sociales y de género siguen siendo evidentes, por lo que el Gobierno de México continúa implementando acciones en territorio en el ámbito de Educación Integral en Sexualidad (EIS) con el objetivo de fomentar un cambio sociocultural y centrarse en la autonomía de la niñez y la adolescencia, permitiéndoles ejercer plenamente sus derechos sexuales y reproductivos en todas las etapas de sus vidas.
La Secretaría de Gobernación hace un llamado a la población a consultar y difundir el Tríptico del Micrositio Enapea para contribuir al descenso de los embarazos a temprana edad y promover el empoderamiento de los adolescentes y jóvenes en beneficio de su bienestar, especialmente en lo que respecta a su salud sexual y reproductiva.
La Enapea 2021 – 2024 fue concebida como respuesta al desafío de erradicar los embarazos en adolescentes, a través de una colaboración interinstitucional en conjunto con políticas y planes a nivel nacional, estatal y municipal. Además, es coordinada por La Secretaría General del Consejo Nacional de Población (CONAPO) y del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES).
Las autoridades aseguraron que la anticoncepción, así como la educación sexual, son fundamentales para el desarrollo de las adolescentes ya que les brinda la capacidad de tomar decisiones informadas y responsables sobre su salud sexual y reproductiva reforzando así la autonomía sobre su cuerpo.
Otro punto importante es que el acceso a la anticoncepción les permite continuar con su desarrollo personal y educativo, y les ayuda a evitar los riesgos asociados con los embarazos no planificados. Esto contribuye a empoderar a las jóvenes y a mejorar sus perspectivas de vida a largo plazo.