Cerca de trece millones de ciudadanos participaron en la elección para renovar la primera parte del Poder Judicial de la Federación en nuestro país. El dato corresponde a un ejercicio estadístico, realizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) y que tomó en cuenta 1586 casillas de las poco más de 83 mil instaladas.
La cantidad de votos en la elección judicial corresponde a poco menos de los obtenidos por la segunda fuerza en la elección presidencial de 2024 compuesta por 3 partidos políticos, de los cuales, por cierto, uno ya es inexistente. Y aunque esto no significa que los votantes en la elección judicial aprueben al actual gobierno o al partido que lo llevó al poder, cabe hacer la pregunta: ¿Qué fuerza política contraria a la del actual gobierno tiene la capacidad para movilizar un número similar de ciudadanos en una causa común?
Se acerca 2027, año en el que se pondrá a prueba la fuerza política de la actual presidenta, la Dra. Claudia Sheinbaum en las elecciones a través de las cuales se renovarán 16 gubernaturas, la Cámara de Diputados y se elegirá la segunda parte del Poder Judicial de la Federación. Sin duda será un gran reto para las instituciones electorales cumplir con la misión de organizar elecciones como las del 1° de junio, las cuales han sido un gran reto superado en su implementación y vigilancia.
La elección judicial representa la consolidación de un proyecto político novedoso y que seguramente traerá cambios no solo en las instituciones, sino en la vida de millones de mexicanos. Este cambio tan radical responde a la promesa de este proyecto que ha tenido desde su nacimiento como bandera principal la de arrancar desde la raíz el viejo mal de la corrupción. Las bases están puestas.