Desde hace algunas horas está disponible en YouTube la última entrevista del afamado programa “Tragaluz”, conducido brillantemente por Fernando del Collado. Antes por la plataforma de Mileno, ahora vía Latinus.
En este último programa la protagonista es la eventual candidata del PRIAN a la Presidencia de la República; Xochitl Gálvez.
En el pimponeo, rozando el minuto siete con veinte segundos de la entrevista, Fernado plantea a Xóchitl: Las huestes de López Obrador dicen que es un animal político muy inteligente. A lo que Xóchitl responde en sentido afirmativo: Es un animal político muy inteligente, pero causa mucho daño.
En el minuto ocho, Xóchitl afirma que AMLO es político sumamente predecible. Acto seguido, Fernando del Collado pregunta: A ese político predecible ¿Por qué no se le termina de ganar? Xóchitl responde de manera sublime: Porque puso en la mesa algo importante, primero los pobres.
En ese mismo sentido valdría la pena analizar una entrevista que dio el eterno vocero del panismo, Diego Fernández de Ceballos, para José Cárdenas, de Grupo Fórmula. La entrevista se realizó el 13 de septiembre pasado.
En el minuto cuatro se separa del diálogo con su entrevistador, y lanza un mensaje a “los más pobres” de México. Textualmente comenta: A nadie le quitarán los apoyos económicos que ahora reciben, pero deben votar por quienes garanticen la unidad nacional, la concordia entre los mexicanos, en referencia a Xóchitl Gálvez.
Aunado a lo anterior, es menester señalar que Xóchitl Gálvez desde los meses pasados ha sido reiterativa en cuanto a la valía de los programas sociales instalados por el gobierno del presidente López Obrador. No sólo eso, ha mencionado también que son insuficientes, que los apoyos deberían ser más cuantiosos.
Cuantas contradicciones, pues el propio ex presidente Vicente Fox ha afirmado que los programas sociales son para “huevones”, para gente que no quiere trabajar.
Nos encontramos en un panorama sumamente complejo para la derecha mexicana.
Tal como lo comenta Xóchitl en el tragaluz; es difícil disputar, no solamente la retórica sino la realidad, a un presidente que ha privilegiado a los pobres por encima de cualquier otro sector. Y no lo ha hecho AMLO en un sentido sectario, sino, en el privilegio de todos: Por el bien de todos, primero los pobres.
Es inverosímil pensar que el pueblo de México no decida continuar un proyecto de nación, que, por primera vez en la historia moderna, pone al pueblo en el centro de toda decisión. Cuando anteriormente se privilegiaba a las clases económicas y clases políticas que veían en el ejercicio de gobierno la posibilidad del auto enriquecimiento.
Hace unos meses la oposición dejaba constancia de la nula existencia de proyecto político. La constante eran las negativas en contra de cualquier acción del gobierno federal, pero no respondían en función de lo que se tenía que hacer, para según ellos, darle un buen rumbo a nuestro país. Solo se limitaban a expresar eternamente NO:
Ahora, sus propuestas de gobierno son las ya ejecutadas por López Obrador. Es decir, antes no tenían proyecto, ahora, su proyecto, es en función a lo que ya se realiza. ¿Cuál alternativa?
Ahora la derecha buena ondita pretende ponerse del lado del pueblo, y en esa dicotomía, desplazar justamente al partido del pueblo.
Se está desinflando la señora X y todo su falso performance de mujer de pueblo.
Por el bien de todos, primero los pobres.
Por el bien de todos, primero el pueblo.
Aunque el fifí se ponga guaraches, fifí se queda.