El Gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, aseguró que su estado también vivió un operativo “Rápido y Furioso”, cuando el gobierno de Enrique Peña Nieto entregó armas oficiales nuevas a los grupos de autodefensa.
En entrevista con el periodista Jenaro Villamil, para el programa ‘Voces Públicas’ del Canal Catorce del Sistema Público de Radiodifusión (SPR), Ramírez Bedolla explicó que en enero de 2014, cuando el expresidente Peña Nieto pretendía presentar las Reformas Estructurales en el Foro de Davos, fue cuestionado por los grupos de autodefensa michoacanos y la ingobernabilidad en México:
“Imaginemos al presidente de la Republica con su gran Reforma Energética ofreciéndosela al mundo y el mundo le dice ‘tienes un problema doméstico enorme, tienes una situación de ingobernabilidad en el país’”, detalló el gobernador de Michoacán.
Agregó que ante los cuestionamientos de inseguridad en Davos y el conocimiento de los periodistas europeos de la situación en Michoacán, “de manera desesperada, sin estrategias sin sensibilidad, sin conocimiento de causa, sin querencia a la tierra, sin amor, sino todo lo contario, la frivolidad, mandaron (Peña Nieto) a un delegado plenipotenciario (Alfredo Castillo Cervantes… llevaron armas y patrullas a estos grupos de civiles armados”.
En opinión de Ramírez Bedolla, Alfredo Castillo, conocido en Michoacán como ‘el Virrey’, entró en negociaciones con los grupos de autodefensa, les entregó armas creando un “Rápido y furioso” en el estado.
Sobre las autodefensas, el gobernador consideró que las exigencias en voz del doctor José Manuel Mireles, que congregaba “un grito desde los rincones más alejados del país, desde las provincias más lejanas al centro, diciendo aquí estamos2, existimos y tenemos un problema”, fue aprovechado por los grupos de la delincuencia organizada, al igual que por los gobiernos.
Explicó que los grupos del crimen “vieron una oportunidad para tomar territorios y el Gobierno Federal los tomó, los financió y los legitimó para legitimizarse así mismo”.