El perfil de la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, presupone que dará especial atención al tema del cambio climático, en especial en la agricultura, cuyos efectos se han manifestado a través de huracanes de mayor fuerza, intensas lluvias, inundaciones y severas sequías que han golpeado al territorio nacional.
La candidata ganadora a la Presidencia de la República participó como autora en el reporte “Cambio climático 2007, Mitigación del cambio climático”. Por esta razón, uno de sus principales planteamientos es el Plan Nacional Hídrico, dada la importancia del agua ante la variabilidad climática.
Ya desde su campaña, cuando presentó su proyecto República Justa y Soberana, prometió un país con derecho al agua: “El acceso al agua para consumo humano será una prioridad de nuestro gobierno. Para ello estamos elaborando el Plan Nacional Hídrico, pero vamos a impulsar cambios en la Ley de Aguas, con una visión integral”, declaró.
Entre los objetivos de este plan se encuentra la limpieza y recuperación de los ríos Lerma y Santiago, por lo que se prevé obligar a las industrias a operar sus plantas de tratamiento de agua, a fin de cumplir con la actual Ley de Aguas.
También se priorizará la tecnificación del riego en 750 mil hectáreas, además de asegurar una infraestructura para garantizar el acceso al agua en distintas regiones, como la Huasteca y el norte del país.
De acuerdo con la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, la desalinización es una medida altamente contaminante, por lo que considera que la mejor opción es la tecnificación del agua.
Otro de sus proyectos más ambiciosos está dirigido a la capital del país, donde trabajará en conjunto con la próxima jefa de Gobierno, Clara Brugada, para implementar un proyecto metropolitano para asegurar el abasto de agua en alcaldías como Iztapalapa, Álvaro Obregón y Magdalena Contreras, que sufren un fuerte desabasto del líquido.
El norte de México ha sido particularmente afectado por una intensa sequía. Para Nuevo León prioriza la eficiencia en el uso del agua en los sectores doméstico, agrícola e industrial, antes de considerar grandes proyectos hídricos como desalinizadoras o acueductos, aunque mencionó la instalación de plantas tratadoras para reutilizar el agua en la agricultura, promoviendo un enfoque sostenible.
Prometió una inversión anual de 20 mil millones de pesos para renovar la gobernanza del agua en el sector agrícola, que es el principal consumidor del recurso. Este plan contempla la revisión de concesiones de agua, el combate al uso ilegal, la actualización de tecnologías de riego y la reestructuración de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Soberanía alimentaria
Su proyecto República Rural, Justa y Soberana, que forma parte de los Diálogos por la Transformación, busca asegurar la soberanía alimentaria produciendo todo el maíz necesario en México libre de transgénicos.
También tiene el objetivo de que 150 mil mujeres se conviertan en propietarias de tierras agrarias. Como tercer punto está el Plan Campeche, que promueve la producción de arroz y leche en el estado por pequeños y medianos productores, con inversiones en infraestructura y el fortalecimiento de Liconsa.
Asimismo, busca mejorar el riego agrícola para aumentar la productividad y conservar agua. Por último, tiene la intención de continuar con programas como Sembrando Vida, Producción para el Bienestar y la entrega gratuita de fertilizantes.
El eje central de su proyecto es la soberanía alimentaria, lo que significa que toda la población tenga acceso a los alimentos a un precio accesible, y que tanto los pequeños, como los grandes agricultores, tengan los recursos y herramientas necesarias para producir los alimentos necesarios, y así, prescindir de las importaciones.
El próximo secretario de Agricultura
El 20 de junio, Claudia Sheinbaum presentó a Julio Berdegué Sacristán como el próximo secretario de Agricultura y Desarrollo Rural. Durante las campañas, el exrepresentante de la FAO sostuvo reuniones con campesinos, agricultores, pescadores y productores, donde reafirmó estos puntos del proyecto agrícola.
Esperamos que esta agenda se cumpla cabalmente, ya que al país le urge una gestión más sustentable del agua para combatir la sequía a nivel nacional, reconociendo las necesidades puntuales de cada entidad y, al mismo tiempo, contemplando cada uno de los eslabones de las cadenas productivas del campo nacional.
Un proyecto integral de nación, donde los agricultores, uno de los sectores más pobres de la población, sean los principales atendidos, permitirá eliminar las diferencias sociales y cumplir con los tan mencionados propósitos de la 4T. Pero más importante: crear una soberanía alimentaria donde el país cultive lo que consuma, sin depender de las importaciones.