Los recién conocidos como posibles pre-candidatos a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México por parte de Morena tienen diversas trayectorias y diferentes perfiles que su partido debe de avaluar. Pero sobretodo deben de someterse a un escrutinio público por parte de los electores y simpatizantes de los movimientos sociales.
Los cuatro posibles pre-candidatos: Mariana Boy, Hugo López Gattel, Omar García Harfuch y Clara Brugada hasta cumplen con la aprobación formal de Morena para contender en los procesos internos para competir por la candidatura de jefe de gobierno por la CDMX el siguiente año. Hay diversas lecturas que se han hecho de los candidatos pero la principal es que el candidato debe de representar las luchas sociales de los movimientos populares de izquierda mexicana.
La primera sorpresa: Boy. Ella tiene una trayectoria más burocrática formal y partidista, y fuera de algunas posturas medioambientales de una parte de la sociedad civil organizada, no ha representado más allá de estas en alguna agenda de izquierda. Aunque no debería de perderse de vista sus propuestas y su posible colaboración futura en los siguientes periodos de gobierno en la ciudad.
La otra sorpresa: López Gattel. Un funcionario de trayectoria en los ámbitos científico, medico, académico y burocrático y artificialmente hecho un personaje controvertido. La animadversión de los medios corporativos, sus voceros (disfrazados de comunicadores y periodistas) y liderazgos en diversos poderes contra Gattel es entendible por las diversas regulaciones en las áreas médico-alimentarias que principalmente les ocasionaron pérdidas económicas y menor influencia en política pública. Además de su claro interés por priorizar la intervención del Estado en la salud pública, en diversas ocasiones este ha mostrado su postura política al simpatizar con diversas causas sociales y rechazar las ideas del mercado y de los intereses privados. Interesante perfil pero la trayectoria de Gattel lo fortalece mucho en la técnica pero no en lo electoral y partidista, y difícilmente esta esfera le apoyara para contar con los votos suficientes dentro de su partido.
El perfil más completo, con un apoyo importante del partido y que cumple con sus afinidades es Clara Brugada. Con la experiencia de haber gobernado en 3 ocasiones la Alcaldía Iztapalapa, en su última gestión tiene una alta aprobación de los habitantes de la demarcación, con una postura abiertamente de izquierda y con su cercanía con diversos movimientos sociales. Una candidata que nadie podría decir que no cumple con el perfil de una candidatura de Morena.
Sin duda el perfil más controvertido, y que ha causado recientemente diferencias en Morena y sus simpatizantes, es García Harfuch. Con una trayectoria únicamente en los cuerpos de seguridad pública, proveniente de estirpe de militares, carente de alguna participación política formal o informal, con importante apoyo del electorado, buena percepción de su gestión pero con acusaciones de su omisión en los crímenes de Ayotzinapa. Encuestan muestran las preferencias en su figura, pero es el perfil que más se aleja de los principios de Morena. Además de no haber mostrado nunca su postura política a favor la izquierda partidista, ni de ningún tipo.
Harfuch cumple con tener aceptación pero no es un perfil que avale los intereses de buena parte de la izquierda. Es irresponsable que Morena lo postule por pragmatismo al no buscar arriesgarse a repetir los resultados del 2021. Son elecciones distintas. El panismo, con sus simpatizantes “socialdemócratas” y su clase media, de la ciudad esta atrincherado en el poniente. Morena no necesita de sus votos para ganar la jefatura.
Por Tona Gallardo