Este 27 de julio un grupo de personas se manifestaron frente al recién inaugurado “Tesla Diner” en Los Ángeles, quienes fueron convocadas por el movimiento "Tesla Takedown", que busca boicotear a la compañía de Elon Musk por su influencia política y apoyo a la extrema derecha.
Los manifestantes corearon consignas como "Boycott Tesla" y acusaron a Musk de "financiar el fascismo" mediante su papel en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), responsable de recortes a agencias federales y despidos masivos durante la actual administración de Donald Trump.
Videos publicados en la red social X muestran enfrentamientos verbales entre manifestantes y clientes, además de actos de vandalismo, aunque no se reportaron detenidos. La policía local acudió al lugar para mantener el orden.
Elon Musk respondió directamente a las protestas y las calificó como “un ataque pagado” en su contra. Esto no es nuevo, en ocasiones anteriores ha calificado acciones similares como "vandalismo" y ha acusado a sus organizadores de “incitar a delitos”.
Las protestas contra Tesla no son nuevas. El pasado 29 de marzo, el movimiento "Tesla Takedown" organizó un "Día de Acción Global" con manifestaciones en más de 200 concesionarios en EE.UU., Canadá, Europa y Australasia. Según medios de comunicación británicos, desde diciembre de 2024 las acciones de Tesla han caído un 34%, y sus ventas de autos se desplomaron 16% en el segundo trimestre de 2025.
El Tesla Diner, abierto las 24 horas en West Hollywood, combina estética retrofuturista con estaciones de carga eléctrica. Desde su apertura el lunes pasado, ha generado largas filas de clientes. Sin embargo, los organizadores de "Tesla Takedown" anticipan que el entusiasmo por el restaurante disminuirá y aseguran que las protestas continuarán durante el verano.
“Elon Musk ha destruido nuestras agencias gubernamentales y los empleos de la gente”, declaró Joel Lava, uno de los líderes del movimiento. “Nuestro mensaje principal es claro: Tesla financia el fascismo”.