Harjit Kaur, una mujer de origen indio de 73 años fue recientemente deportada de Estados Unidos a su país de origen tras haber vivido allí por más de tres décadas sin un estatus migratorio regular. El Servicio de Control de Aduanas e Inmigración (ICE) ejecutó su retorno luego de agotar los recursos legales disponibles, según sus representantes.
De acuerdo con su abogado, Deepak Ahluwalia, durante el proceso de detención y deportación, Harjit Kaur sufrió condiciones “inhumanas” e “inaceptables”. Fue retenida durante entre 60 y 70 horas sin cama, durmiendo en el piso con una manta delgada. Las quejas aseguran que, cuando solicitó agua para sus medicamentos, le dieron un plato de hielo y además no se le permitió ducharse durante su encierro. También se informó que fue trasladada esposada, y que no se le permitió despedirse de su familia ni reunir sus pertenencias.
Su abogado declaró que la familia había cooperado plenamente con ICE y que habían preparado documentos de viaje para un retorno por vía comercial. Sin embargo, esas solicitudes fueron rechazadas y la deportación se realizó mediante un vuelo coordinado por ICE. En el traslado, permaneció esposada durante parte del trayecto y fue recluida en Georgia previo a su salida del país.
Las autoridades de la India, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores (MEA), confirmaron su llegada y señalaron que en 2025 ya se han repatriado más de 2,400 ciudadanos indios desde EE. UU. El gobierno indio manifestó que trabaja para asegurar que los deportados no sean maltratados durante estos procesos de retorno.
Este caso ha generado una fuerte reacción entre organizaciones de derechos humanos y la comunidad sikh, por el trato desproporcionado a una persona mayor sin antecedentes criminales.