El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes 10 de febrero una orden ejecutiva que impone aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio provenientes de cualquier país, la medida entrará en vigor a partir del próximo 12 de marzo, indica un documento compartido por la Casa Blanca.
“Es un 25%, sin excepciones ni exenciones”, declaró Trump desde la Oficina Oval.
De acuerdo con el Instituto Estadounidense del Acero y Aluminio, México exportó a Estados Unidos más de 3.5 millones de toneladas de acero en 2024, lo que lo convierte en el tercer proveedor global de este metal, solo detrás de Canadá y Brasil. En términos monetarios, las exportaciones mexicanas de acero sumaron 304.5 millones de dólares en 2024, un aumento respecto a los 305.7 millones de dólares registrados en 2023.
En cuanto al aluminio, México exportó a Estados Unidos un valor equivalente a 28.21 millones de dólares en 2024.
La orden ejecutiva firmada por Trump es una extensión de los aranceles de la Sección 232, que el mandatario implementó en 2018. En aquel entonces, se impusieron aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio, con exenciones temporales para México y Canadá, argumentando que estas medidas eran necesarias para “proteger la seguridad nacional” de Estados Unidos.
En respuesta a los aranceles estadounidenses, la Unión Europea impuso gravámenes a productos estadounidenses por un valor de 2,800 millones de euros, afectando sectores como el whisky bourbon, productos agrícolas y otros bienes.
La imposición de aranceles en 2018 tuvo un impacto inmediato en las importaciones estadounidenses de acero y aluminio, que cayeron significativamente. Por ejemplo, las exportaciones anuales de whisky estadounidense a la UE disminuyeron en un tercio, lo que representó una pérdida de aproximadamente 256 millones de dólares, según el Consejo de Bebidas Destiladas de Estados Unidos.
Los socios comerciales de Estados Unidos han advertido que los nuevos aranceles podrían dañar no solo a las industrias extranjeras, sino también a los fabricantes de automóviles, constructores navales y otras industrias estadounidenses que dependen del acero y el aluminio importados.
El ministro de Comercio de Australia, Don Farrell, expresó su preocupación y destacó la importancia del acero y el aluminio australianos para la economía y la defensa de Estados Unidos. “El acero y el aluminio australianos están creando miles de empleos estadounidenses bien remunerados y son clave para nuestros intereses de defensa compartidos”, afirmó.
Trump también mencionó que está considerando imponer aranceles a otros productos, como automóviles, chips semiconductores y productos farmacéuticos.