Anotaciones de la jornada electoral morenista

Morena es un instrumento partidista novedoso y de amplio crecimiento, esto por la dinámica ideológica, jerárquica y pragmática que le acompaña y le antecede en primera instancia como un “partido-movimiento’’, que citando a Uziel Medina, -columnista de este mismo medio de opinión-, ya es complejo definirlo, dado que dicho acrónimo sobresale de las delgadas líneas del espectro político habitual.

Ahora bien, Morena fue construido con una intención visible y con horizonte temporal corto, puesto que su nacimiento surge con la necesidad de tener un medio democrático con el cual acceder a la transición política y electoral más importante del presente siglo, es decir; la primera alternancia de derecha a izquierda en el Estado Mexicano, todo ello, impulsado por la cara más visible; Andrés Manuel López Obrador, quien desde hace mucho y ante el total desacuerdo de la oposición, a dicho que no pretende perpetuarse en el poder, ni mucho menos, participar en la vida política o pública posterior al fin de su sexenio en el 2024, por tanto, que Morena, es un partido poco institucionalizado, en primera instancia por la dinámica de su nacimiento, contrario al PRI, que su creación fue perpetuar en el poder e institucionalizar a los caudillos que serian “juez y parte’’ de un endeble Estado democrático. 

Morena no surge con la intención de amasar el poder de forma ininterrumpida y mucho menos con un horizonte temporal magnánimo como el del PRI, más bien, surge como un mecanismo de acceso al poder y por ello, su definición de movimiento, donde el pragmatismo se hizo visible durante los meses posteriores y anteriores al 2018. 

El día de hoy, Morena es uno de los vehículos electorales más codiciados para miles de políticos y pseudo-políticos que pretenden secuestrar las letras que dan un pase casi asegurado a cargos públicos, pero también, es el vehículo democrático de mayor aceptación para millones de mexicanos que han confiado en la existencia de un segunda vía para transformar la realidad pública. Morena es el esfuerzo de miles de mexicanos que han transitado en la tortuosa vida del opositor, donde el Estado, no solo reprimía por medio del secuestro de la democracia y las instituciones, sino que también, haciendo uso de la fuerza, el medio y el terrorismo de Estado. 

Ahora mismo, el partido enfrenta un proceso de institucionalización donde es claro, que los dirigentes se han percatado de la cercanía del 2024, donde el nombre; López Obrador, no solo ya no estará en las boletas, sino que también desaparecerá de la vida pública, por ende, que no es difícil entender el ¿por qué? del método de selección de consejeros, al día es preciso contar con ejercicios de medición de los liderazgos regionales que puedan anteponer posibles victorias, es decir; quien mueve más y quien moviliza más, durante el 2018 y sin la intención de desmeritar a escasas excepciones, López Obrador, fue quien ganó y quien hizo ganar a los miles de candidatos a lo largo del país, la mayoría de postulados, fueron llevados por una ola llamada Morena y un gran liderazgo llamado AMLO. 

Sin duda Morena, enfrente grandes retos y la crítica interna será precisa para abordarlos. 

“Un partido o político es tan bueno o malo como su ultima elección”.