Es emocionante saber que en Hollywood el Sindicato de Actores de Cine- Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (SAG-AFTRA) entró en reciente huelga para negociar derechos laborales para el gremio. Su Presidenta, Fran Drescher, declaró: “No vamos a seguir haciendo cambios graduales en un contrato que ya no hace honor a lo que está sucediendo ahora con este modelo de negocio que se nos impuso”[1]
En el fondo, es un auto-reconocimiento como obreros de la gran industria del cine. Sin embargo, empero es emocionante porque desde 1980 no habían tenido una huelga como esta, también es aterrorizante uno de los temas que con mayor énfasis reclaman: la sustitución de artistas y guionistas con motivo de la Inteligencia Artificial (IA). Desde el 2018, se ha venido intensificando la alerta por la IA; por ejemplo, Andrés Oppenheimer, en su obra “¡Sálvese Quien Pueda!”, ya lo advertía:[2]
“Por supuesto, el cine y varias industrias creativas también se están automatizando, y eso dejará a algunos sin trabajo. Las multitudes de extras que trabajan en las grandes superproducciones de Hollywood, por ejemplo, han sido reemplazadas por imágenes digitalizadas.
[…]
Uno de los casos más conocidos es el de Paul Walker, el protagonista de la serie de acción Rápido y furioso, que siguió actuando después de muerto – metafóricamente hablando, claro – gracias a la digitalización de su rostro.”(Sic)
En México, hay muchas razones para que las y los artistas se unan a las legítimas demandas. Una razón muy importante es porque al legislador laboral, se le ha olvidado desde 1970 tomar en cuenta sus condiciones laborales especiales.
a. El trabajo por temporada (una o varias funciones, representaciones o actuaciones);
b. El salario por unidad de tiempo;
c. Posibilidad de que por mismo trabajo se gane salario distinto;
d. Cuando resulte un trabajo fuera de México o de la residencia del actor o músico, se deberá pagar un anticipo y garantizar los pasajes de ida y vuelta; y,
e. La obligación de camerinos e instalaciones cómodas, higiénicas y seguras.
Como se advierte, la legislación puede contemplar cuestiones interesantes, lo cierto es que existe una gran oportunidad para su actualización, contemplando entre otros temas, al de la Inteligencia Artificial y la propiedad intelectual.
En este contexto, considero que las y los artistas mexicanos deberían estar más interesados e involucrados. Pienso que no se protesta aún con la misma fuerza que los del vecino del norte porque no están igual de organizados; lograrlo implicaría que – como los artistas en Hollywood – se asuman como obreros de la industria del entretenimiento y acudan a su papel protagónico en la lucha de sus derechos.
[1] Cfr. https://cnnespanol.cnn.com/2023/07/13/actores-hollywood-huelga-fracasar-conversaciones-estudios-servicios-streaming-trax/#:~:text=%22No%20vamos%20a%20seguir%20haciendo,Es%20una%20locura%22.
[2] Pp. 274 y 275.
[3] Mario de la Cueva. Óp. Cit., p. 553.