La jueza de distrito estadounidense Allison Burroughs bloqueó temporalmente la proclamación firmada por el presidente Donald Trump que prohibía la emisión de visas a estudiantes internacionales que planeaban asistir a la Universidad de Harvard. La decisión judicial representa un revés para la medida de la administración Trump, ampliamente criticada por su carácter discriminatorio y represivo.
La jueza de Boston emitió una orden de restricción temporal este jueves, impidiendo que el veto entre en vigor mientras se desarrolla el litigio. La proclamación presidencial, firmada el 4 de junio, afectaba directamente a más de 7 mil estudiantes extranjeros con visas F-1 y J-1, quienes se verían impedidos de ingresar a Estados Unidos si tenían planes de estudiar exclusivamente en Harvard.
Durante la audiencia preliminar, los abogados de la universidad argumentaron que la medida no solo carecía de fundamento legal y de evidencia, sino que además constituía una represalia política contra la institución.
Harvard expresó anteriormente su oposición a varias políticas migratorias impulsadas por Trump, y según la demanda, el veto parecía diseñado específicamente para castigar a la universidad.
Representantes legales de Harvard declararon que "la proclamación viola la ley federal de inmigración y discrimina de manera arbitraria a una sola institución educativa". También destacaron que los mismos estudiantes podrían ingresar a EE.UU. si asistieran a otras universidades, lo que refuerza el argumento de una aplicación selectiva y punitiva.
En su fallo, la jueza Burroughs concluyó que Harvard enfrentaría un “daño inmediato e irreparable” si la medida se aplicaba, afectando su funcionamiento académico y la vida de miles de estudiantes internacionales. Una nueva audiencia está programada para el 16 de junio, donde se evaluará si la suspensión se extiende de forma más permanente.
El fallo fue recibido como una victoria temporal para la comunidad académica y defensores de los derechos de los inmigrantes. No obstante, el gobierno de Trump anunció que apelará la decisión, lo que anticipa una batalla legal que podría escalar hasta instancias superiores.
Este no es el primer enfrentamiento entre Harvard y el presidente de los Estados Unidos. En años anteriores, la universidad también litigó contra intentos del gobierno de revocar su autorización para inscribir estudiantes internacionales, posicionándose como uno de los principales contrapesos académicos a las políticas migratorias restrictivas de la administración Trump.