El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este 3 de junio una orden ejecutiva que ordena duplicar del 25 al 50 por ciento los aranceles ad valorem sobre las importaciones de artículos de acero, aluminio y sus derivados provenientes de todos los países, con excepción del Reino Unido.
La medida entrará en vigor a partir de las 00:01 horas del 4 de junio de 2025 (hora del Este) y responde a un informe actualizado del Departamento de Comercio que advierte que estas importaciones continúan representando una amenaza para la seguridad nacional estadounidense, debido a su volumen y a prácticas de comercio desleal como el “dumping”.
El dumping es, en general, una situación de discriminación internacional de precios: el precio de un producto, cuando se vende en el país importador, es inferior al precio a que se vende ese producto en el mercado del país exportador.
Trump, quien ya había impuesto aranceles al acero y aluminio durante su mandato en 2018, argumentó que los niveles actuales de protección no han sido suficientes para garantizar el sostenimiento de la capacidad productiva nacional, especialmente frente a la competencia de países que exportan excedentes a bajo costo.
“Este aumento arancelario brindará un mayor apoyo a las industrias del acero y del aluminio y reducirá la amenaza a la seguridad nacional que representan las importaciones”, señaló la orden ejecutiva.
El documento también instruye a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y al Departamento de Comercio a aplicar las modificaciones necesarias al Sistema Arancelario Armonizado y a vigilar la implementación de esta medida, incluida la supervisión de los productos en zonas de libre comercio.
En contraste, las importaciones provenientes del Reino Unido mantendrán un arancel del 25 %, conforme a los términos del Acuerdo de Prosperidad Económica firmado el pasado 8 de mayo. Sin embargo, se advierte que esta tasa podría aumentar si el Reino Unido incumple con los compromisos del tratado.
La proclama aclara que no se otorgarán reintegros fiscales por los aranceles impuestos y que otras materias primas distintas al acero y aluminio seguirán reguladas por la Orden Ejecutiva 14257, que impone aranceles recíprocos ante prácticas comerciales consideradas “injustas” por Estados Unidos.