La Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario (ARTF) inició formalmente los trámites para la construcción del tren de pasajeros que conectará las ciudades de Querétaro e Irapuato, proyecto que forma parte del plan de expansión ferroviaria impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum.
El organismo ingresó, ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la solicitud de autorización de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), documento indispensable para el arranque de la obra.
De acuerdo con el proyecto presentado, la vía férrea tendrá una extensión de 108.2 kilómetros y requerirá una inversión total de 98 mil 750 millones de pesos, de los cuales el 65% se destinará a la ejecución de la obra y el resto a trabajos de preparación, operación, mantenimiento y medidas de mitigación ambiental.
La ARTF detalló que el periodo de construcción está proyectado para cuatro años, mientras que la operación del tramo ferroviario tendrá una vida útil estimada de 50 años. Además, precisó que el tren se construirá en cuatro segmentos estratégicos, con obras programadas a partir de julio próximo.
Este tramo formará parte de la línea férrea de pasajeros que conectará a la Ciudad de México con Nogales, Sonora, uno de los ocho corredores ferroviarios de pasajeros propuestos por la actual administración. Entre los otros proyectos destacan el tren México–Querétaro–Guadalajara, Aguascalientes–Chihuahua–Ciudad Juárez y Tepic–Mazatlán–Nogales.
Según las proyecciones de la ARTF, una vez en funcionamiento, el tren Querétaro–Irapuato tendrá una demanda inicial estimada de cuatro millones de pasajeros anuales, consolidándose como una alternativa de transporte eficiente en la región Centro-Bajío del país.