SPR Informa || José Ángel Gurría y la nostalgia salinista

José Ángel Gurría y la nostalgia salinista

Por Emerson Segura Valencia

La retirada de José Ángel Gurría de la contienda presidencial y su nombramiento para encabezar la elaboración del proyecto de nación que asumirá la alianza opositora, más que obedecer a una estrategia política o una hoja de ruta, suena a una confesión. Una confesión que pone de manifiesto que el actual proceso de la oposición tiene altas dosis de simulación. Primero, porque los supuestos aspirantes realmente nunca tuvieron posibilidades reales, y segundo, porque que las ideas que alimentarán su plataforma política son una herencia del pasado, una brújula ideológica que busca ser revivida por ciertas elites políticas y sociales.

Ángel Gurría convocará a un grupo de expertos a quienes, a su vez, organizará en grupos de trabajo para plantear propuestas programáticas de cara al 2024, pero ¿quién es José Ángel Gurría? ¿qué nos dice de la oposición que él sea el encargado de dar forma la plataforma política de la oposición?

Gurría formó parte del grupo compacto del salinismo, fue subsecretario de asuntos financieros internacionales de la Secretaría de Hacienda durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, y titular de esa dependencia tras ser canciller en el gobierno de Ernesto Zedillo. Es un ejemplo inmejorable del pensamiento tecnocrático, que privatizó diversas industrias nacionales y que impuso medidas fiscales y económicas que beneficiaron a los estratos más privilegiados. Además, fungió como pieza clave en el rescate bancario a mediados de la década de los noventa: el Fobaproa. El gobierno terminó comprando la deuda de los bancos por alrededor de 660 mil millones de pesos devastando así la economía mexicana.

En octubre de 2022 el presidente López Obrador recordó el episodio cuando Gurría lo buscó para asegurarle que ya había llegado a un acuerdo con el PAN para aprobar el Fobaproa. López Obrador cuestionó a Felipe Calderón por esta negociación, él, negó que hubiera llegado a un acuerdo. En diciembre de 1998, terminó siendo aprobado por la Cámara de Diputados.

Gurría perteneció a un grupo político que no solo buscaban reducir el papel del estado frente a los grandes privados, principal rasgo del modelo neoliberal, sino que buscaba perpetuarse en el poder, “el continuismo político”. En su momento, a este estilo personal de gobernar, se le conoció como “presidensalinismo”, una especie de presidencia absolutista. Hoy, Gurría será el rostro que aglutine la intelectualidad e ideas de la oposición.