“Parece que no puedo enfrentar los hechos.
Estoy tenso y nervioso y no puedo relajarme.
No puedo dormir porque mi cama está en llamas.
No me toques, soy un cable de alta tensión.
…Somos vanidosos y ciegos.
Odio a las personas cuando no son corteses.”
Psycho Killer (1977) Tina Weymouth, David Byrne, Chris Frantz.
Berrinches, insultos y acusaciones cruzadas; Morena se enreda en una posible decadencia política, y desde el fondo de la cañería de la historia, el PAN celebra.
Los medios de comunicación alineados con los opositores al gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador han convertido el pasado proceso de renovación de la estructura de Morena en un banquete intragable para gourmets caníbales de la democracia.
Si tuvieran un poco de decencia, se morderían la lengua y hasta las puntas de los dedos para no subir tonterías al twitter, pero eso sería mucho pedir, sobre todo al presidente del Partido Acción Nacional, Marko Cortés, quien en un derrame de amnesia selectiva salió a festejar las irregularidades del proceso morenista.
En un vídeo -de menos de dos minutos- el panista de las derrotas electorales se tropieza con su lengua al estilo de Vicente Fox, y de paso le pega un par de coscorrones a su malogrado “brother” y líder en la comisión “Va por México”, el presidente del PRI, "Alito" Moreno; esto al comparar los incidentes morenistas con “lo mismo que hacia el partido oficial de los años 70 de Echeverría”.
En un tono de voz similar a la del otro gran representante de la derrota panista, hoy prófugo de la justicia y ex-candidato presidencial Ricardo “Riqui Riquin Canayin” Anaya: el presidente del PAN, nos recuerda las mañas que han estigmatizado al corrupto y antidemocrático PRI, donde se destacan actividades desleales como son el robo de urnas, carruseles, acarreo, compra de votos y coacción corporativa para obligar a la gente a votar por el candidato oficial.
Otro que tampoco pudo controlar su diarrea digital, fue el lacayo del fascismo ultraderechista español y líder del PAN, Julen Rementería, senador panista que busca ser gobernador de Veracruz, quien aprovechó la oportunidad para sacar a pasear su odio por los gobiernos de izquierda con el viejo e infodémico argumento de comparar a Morena con el expresidente de Bolivia, Evo Morales, con los exmandatarios de Cuba, Fidel y Raúl Castro, y con el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Convertido – Julen Renteríaen– en un sesudo analista de política internacional, en 11 líneas de twitter, insulta a los gobiernos de izquierda de América Latina, a quienes llama “Escoria social y criminal”; esto mientras esconde su cabeza en la tierra como avestruz blanquiazul, cuando se le recuerda el ridículo que hizo al llevar al senado mexicano al líder del partido fascista español “Vox” y por aplaudir el congreso de la “iberósfera”.
En este buffet de sinsentidos y ridículos de ultraderecha, el plato fuerte fue un oscuro artículo de quien es la carta más alta de la moralidad de Acción Nacional, la diputada federal, esposa del expresidente de México, Felipe Calderón, y la más señalada por el infanticidio en masa de más de 40 bebés en la guardería ABC, nos referimos a Margarita Zavala.
La legisladora deja ver de nueva cuenta su clasismo y su desprecio por la democracia y la participación política de los sectores de la sociedad mexicana que fueron más precarizados por las medidas neoliberales que impulsaron criminalmente los gobiernos del PRI y de su esposo.
La millonaria Zavala de Calderón, que cobra al pueblo de México un sueldo de más de 95 mil pesos al mes como diputada federal y cuyo esposo cobraba una pensión vitalicia anual de más de 50 millones de pesos anuales, misma que ya le quitó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Hoy quiero utilizar las elecciones internas de morena para hacer una profunda reflexión sobre la pobreza, quizás lo que más me dolió fue ver la manera en que abusaron de la pobreza de las personas, ¿para eso quieren a los pobres?; para someterlos y acarrearlos. Lo que necesitan los pobres de México es una política pública que los libere de la pobreza y les regrese su libertad. Pudimos ver que varios asistentes no sabían ni a qué iban”.
Entre el cinismo y la apuesta por la amnesia histórica, la diputada del PAN se le olvidó que, según datos de 2019 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el último gobierno panista de la historia, a cargo de Felipe Calderón, junto con el de su sucesor, el priista, Enrique Peña Nieto, fueron considerados un “desastre social”.
Con Calderón, la pobreza aumentó 7.1 puntos porcentuales; en ese sexenio México terminó con 44.4% de pobres, y la pobreza extrema se duplicó al pasar de 6.8% a 12.9% apunta el documento que puede ser consultado en el sitio web del semanario Proceso.
Los incidentes del pasado fin de semana retratan a Morena como un partido político que comienza a experimentar una crisis en su identidad; considero que requiere de una urgente autocrítica acompañada de mecanismos de depuración.
Pero que sea el PAN quien festeje y célebre los incidentes es algo miserable, tan bajo, qué es una advertencia para Morena. Una profecía en gestación que clama que Morena sé aplique un aborto político antes de que el embrión panista se transforme en un tumor que genere metástasis y se transforme en el espejo de bolsillo de los aborrecibles habitantes del basurero de la historia.