Una mirada de la política exterior de Milei en clave económica
La asunción del nuevo presidente de la Argentina comenzó con una frase que se repitió en reiteradas ocasiones en los 30 minutos que duró su discurso: “hoy comienza una nueva era en la Argentina”. Y este punto parece ser particularmente cierto para la relación de Argentina con el mundo. En palabras más simples: el nuevo presidente dio fin a la diplomacia ideologizada y comenzó un intento de estrategia que podríamos llamar pragmática.
En el transcurso de la campaña electoral, la estrategia del líder de La Libertad Avanza en materia de relaciones internacionales no fue muy específica. Si hacemos una observación detallada podemos ver que optó por ideologizarse por completo y presentarse como lider anti-comunista. La visión de las relaciones internacionales de la Argentina se vio particularmente marcada por el rechazo directo de los gobiernos que, según su perspectiva, no respetan las ideas de la libertad.
El presidente reiteró en varias ocasiones su intención de alinear a Argentina con Estados Unidos, Israel y todos aquellos países que pertenecen al “mundo libre”, así como el distanciamiento con Brasil y China. Esto encendió gravemente las alertas: estos dos últimos países representan los principales socios comerciales de Argentina.
Adicionalmente al distanciamiento no faltaron declaraciones polémicas sobre varios líderes en el mundo: comenzando por Lula da Silva, presidente de Brasil, país que es el principal socio comercial de la Argentina, a quien Javier Milei calificó como “comunista corrupto” . Así como también, varios ataques a China, citó: “La gente no es libre, no puede hacer lo que quiere. Y cuando hacen lo que quieren, los matan. No hago tratos con comunistas”
Continuará…
Cuando de relaciones entre dos partes hablamos, un rompimiento siempre lleva en sí mismo la pérdida, por ambas partes. Se trate de personas o de naciones enteras. Y más aún, cuando se trata de relaciones interdependientes.
Siguiendo los datos de la Embajada de la República Argentina en Brasil, el país es el principal socio comercial de Argentina con participación de 15% de comercio exterior. Mientras que, Argentina es el tercer socio comercial de Brasil con participación de 5% en su comercio exterior. El 70% del comercio bilateral entre estos dos países sudamericanos es de bienes industriales, lo cual aumenta su valor productivo. En el año 2022 las exportaciones de Argentina a Brasil alcanzaron 12,123 millones, con un incremento interanual del 13%.
Esta interdependencia económica explica lo que comienza a suceder una vez electo presidente Argentino: la estrategia ideologizada comienza a pragmatizarse. Esto se puede ver claramente con el viaje de Diana Mondino quien sería futura canciller del presidente electo, antes de su fecha de asunción a Brasil con el fin de invitar a Lula mediante escrito, a la asunción de Milei el pasado 10 de diciembre. Sin embargo, molesto por las declaraciones de Milei en la campaña electoral, el presidente de Brasil decidió no asistir a su asunción.
El tema – parece ser – golpea de cerca a Lula da Silva, si observamos su ámbito doméstico, podemos asimilar que el presidente tiene muy en claro las consecuencias obtenidas cuando se permite el descontrol de la ultra-derecha de la mano del Bolsonarismo. Por el momento se lee que si bien hay poco espacio a la confianza, por otro lado, hay un alto nivel de interdependencia económica. ¿El mejor escenario posible? mantener la distancia política sin dañar la relación económica. Solo el tiempo nos demostrará si es posible.
Por otro lado, tenemos otra relación tensa: China. Los ataques de Milei a Beijing cobran peso luego de su asunción. Otra vez: la política de campaña impulsiva y el recuerdo de la economía como mochila que aumenta el peso de la dependencia: el presidente necesitaría utilizar los yuanes del swap (intercambio monetario entre los bancos centrales de Argentina y China) para pagarle al Fondo Monetario Internacional (FMI) más de 830 millones de euros antes de fin de año. Cabe destacar dato relevante y obvio a estas alturas: Argentina ostenta el primer lugar respecto a países endeudados con el FMI.
Por lo tanto, Javier Milei, al asumir su gobierno nuevamente se encamina hacia el pragmatismo puro, el presidente ha solicitado la ampliación del swap en yuanes para uso del BCRA. En las últimas horas, se corre que está en riesgo la posible continuidad de una ampliación. En esta relación la dependiente de la pareja es Argentina y cabe preguntarse, cuál será su estrategia en caso de cierre de persiana o en todo caso como en toda relación de poder: ¿quiénes son los perdedores?