Vamos Barbie, vámonos de fiesta

En  2009, un grupo de feministas se manifestó en contra de una “casa de Barbie” en Berlín Alemania con el argumento de que los estereotipos sexuales, de cuerpo y de género; que promueve la empresa juguetera estadounidense "Mattel” a través de la muñeca rubia caucásica burguesa, son peligrosos para las niñas.

En 2023 el capitalismo heteronormado condicionante que se esconde atrás de la muñeca de plástico ha demostrado una capacidad de mutación para infiltrarse a través de las grietas discursivas de un feminismo autoproclamado radical y de derecha, más ocupado por atacar a niñas y niños trans que por la seguridad de las niñas que son el blanco de impacto del clasista y racista del mensaje de “Barbie".

¿Qué mecanismos de la psicología de las masas pueden intervenir para que en México se haya naturalizado un culto a una muñeca blanca, rubia, de ojos azules, burguesa y con muchas de las características de los promotores del discurso de odio supremacista en un país donde el racismo es la principal causa de discriminación, y casi todas las personas mexicanas han sufrido exclusión por el color de piel y o pertenencia a alguna nación originaria?

Bastó una película “Live action” de la muñeca Barbie y una aplicación para poner la foto de usuarias y usuarios de la red social Facebook en el cartel del film que todavía no se estrena, para que miles le hicieran publicidad gratuita en sus perfiles de redes sociales.

En un país en el que una niña de piel morena es asesinada por una compañera de clases tras enfrentar años de bullyng racista, ¿Cómo entender que el diputado morenista por el Congreso de la Ciudad de México, Temistocles Villanueva, presuma en redes sociales su foto con el logotipo de la Barbie, mientras busca con desesperación la candidatura a la alcaldía Cuauhtémoc de mano del monrealismo. ¿Ese monrealismo que llevo al cargo a la alcaldesa panista Sandra Cuevas?

Mas allá de la publicidad de la película que miles de usuarias y usuarios han regalado en sus redes sociales a la multimillonaria empresa fílmica Warner Brothers, el fenómeno viral demuestra lo atractivo que resultan ser el clasismo y de racismo implícitos en la muñeca para una sociedad que elige el camino del aspiracionismo automático; al análisis y la reflexión ante los ataques que el capitalismo infantilizado dirige a las niñas y a los niños.

La premisa de la película “Barbie” es en si, una pedagogía del aspiracionismo racial y de clase para las infancias: la rubia Barbie y su novio rubio “Ken” son expulsados del higiénico paraíso de “Baribelandia” para de repente, volverse imperfectos.

Así son desechados y arrojados hacia la vida real como Eva y Adán de plástico, tirados al basurero del impecable paraíso del capitalizable estereotipo occidental por un Dios de engranes que fabrica juguetes hacia el mundo de carne y hueso, donde el color rosa estridente no coincide con el gris del concreto y del cielo manchado por las chimeneas contaminantes de la industria Mattel.

Pero el chantaje viene del intento de legitimar el fílmico bocado de plástico y pelo rubio, con el argumento de que Greta Gerwig directora y coautora del guión con su esposo Noah Baumbach en pleno derrame de mansplainning, ha realizado filmes con una supuesta tendencia feminista como “Lady Bird” y “Mujercitas”.

El feminismo de Gerwig y de su esposo Baumbach es tan profundo que se manifiesta en que las otras Barbies, amigas de la Barbie, central tienen profesiones universitarias (necesarias para escalar en el capitalismo contenido por el techo de Cristal)  y premios nobel´s, que balancean con sus delgados cuerpos de modelo de revista de modas, y se habla de que incluyeron en alguna parte, a una actriz trans, camuflajeada entre las diferentes variedades de barbies.

La inclusión de una Trans en el catálogo de Barbies no es nueva, la fabrica Mattel 2022 lanzo una muñeca basada en la actriz transgénero de la serie “Orange Is The New Black” Laverne Cox, desarrollada a través de un filtrado para occidentalizar lo mas posible sus rasgos afroamericanos, incluido un impecablemente cabello lacio. 

En febrero de 2023 la cadena mexicana Sanborns, vendía la Barbie Trans con descuento, junto con naves de Star Wars que fueron dejados atrás en las ventas de navidad y año nuevo.

A inicios de los 70´s, en plena explosión de la contracultura feminista, la periodista Gloria Steinem intentó resignificar la imagen de la Mujer Maravilla, superheroína de comic creada por un oscuro psicólogo bígamo precursor del polígrafo en plena segunda guerra mundial, como una herramienta de propaganda bélica de Estados Unidos dirigida a las mujeres.

La lógica que llevó a Steinem para dedicarle una portada de su histórica revista feminista era que la mujer maravilla era un ejemplo feminista para las niñas y las adolescentes, una figura de mujer poderosa y empoderada que no necesitaba del patriarcado envolvente que aún en los 70' s insistía en establecer el heterosexual sueño americano de la guerra fría en el que se mueven la higienizada Barbie y su novio Ken.

El absurdo de la nueva embestida de la Barbie llega a un insultante tráiler donde la directora de la película y su esposo parodian el prólogo de 2001, Una Odisea Espacial de Stanley Kubrick, en el que el simio Moonwatcher y su manada, son cambiados por niñas rubias y el monolito que detona la evolución humana es suplantado por una gigantesca muñeca Barbie que las pequeñas deben tocar para salir de la inercia primate.

Incluso una cápsula del periódico Milenio difundida por la red social YouTube asegura que la escena en la que la actriz Margot Robbie se quita las zapatillas de tacón alto y le quedan los pies deformados en puntas, como sucede con la muñeca, es una de las secuencias más importantes del cine, pasando por encima de fotogramas de directoras como Agnieska Holland, Katherine Bigelow y hasta del propio Kubrick.

La lección del impacto de la próxima película de Barbie, es que la sociedad cada vez esta mas cercanas al Waylon Smithers, el fanatizado coleccionista de la “Baby Malibu” version simpsoniana de la Barbie, que a la Lisa Simpson o a la pequeña Libertad de la tira cómica Mafalda que soñaban con una muñeca que no fuera una Bimbo, sino una mujer parecida a la que toda niña libre soñara ser.