Migrante, musulmán, socialista, demócrata o rapero son solo algunas de las etiquetas que Zohran Mamdani abraza abiertamente en tiempos en los que la diferencia y la justicia social son vistas como una amenaza.
Cuando se lanzó a las primarias del Partido Demócrata el otoño pasado, era prácticamente un desconocido. Hoy, con tan solo 34 años, Mamdani ha conquistado a los medios de comunicación, las redes sociales y, ahora, las urnas.
Su campaña y su discurso, vinculados al ala izquierda del Partido Demócrata, le han valido críticas dentro de la propia organización, pero también el respaldo de figuras como el experimentado Bernie Sanders y la congresista Alexandria Ocasio-Cortez. Su irrupción representa una suerte de revulsivo para el partido frente a la ola trumpista.
Nacido en Kampala, Uganda, Mamdani migró con su familia a Nueva York cuando tenía solo siete años. Asistió a la preparatoria Bronx High School of Science y más tarde obtuvo un título en Estudios Africanos en Bowdoin College, donde cofundó el capítulo universitario de Students for Justice in Palestine (Estudiantes por la Justicia en Palestina).
Su padre, Mahmood Mamdani, historiador y politólogo ugandés, es considerado una de las voces más influyentes del pensamiento poscolonial africano contemporáneo. Su madre, Mira Nair, directora, productora y guionista nacida en India en 1957, es reconocida por retratar en su cine los contrastes culturales, la diáspora india y los temas de identidad, migración y desigualdad social. Entre sus películas destacan Salaam Bombay!, El buen nombre y Reina de Katwe.
Así, Mamdani encarna una fusión cultural cosmopolita y neoyorquina, que lo ha llevado a explorar el arte, incluso incursionando en la música rap bajo el nombre artístico de Young Cardamom.
Antes de entrar en la política, trabajó como asesor de vivienda, ayudando a propietarios de bajos ingresos en Queens a luchar contra los desalojos, una causa que se convirtió en el corazón de su plataforma política. Entre sus propuestas destacan un servicio de autobuses gratuito en toda la ciudad, la congelación de alquileres, mayor responsabilidad para los propietarios negligentes, una red de supermercados municipales con precios asequibles, cuidado infantil universal desde las seis semanas hasta los cinco años, y triplicar la producción de viviendas con renta estabilizada construidas por sindicatos.
Hoy, Mamdani no solo se perfila como el rostro de quien pretende rescatar a la ciudad de Nueva York, sino también como quien libra una batalla por el alma del Partido Demócrata, convertido en la antítesis misma del trumpismo.